"Estamos dando un triste espectáculo de violencia, de imposiciones". Así el rector del Instituto Nacional, Jorge Toro se refirió a la toma del establecimiento, señalando que si hay acusaciones "con sentido" sobre su gestión, él vería la posibilidad de renunciar, sin embargo "no le voy a dar gusto a personas que hasta el momento no han hecho ninguna acusación seria".
"La toma continua, es lamentable", agregó tras salir del recinto en un encuentro que sostuvo con representantes de la municipalidad, del centro de alumnos, del centro de padres, de los profesores y de los asistentes de la educación, calificando la situación como "preocupante".
"Los alumnos alegan que hay falta de diálogo, de participación. Toda la semana hemos estado conversando con ellos, también la Municipalidad de Santiago", aseguró Toro.
En esa línea, aseguró que "se les ofreció la posibilidad de hacer un claustro en toda la comunidad para ver los problemas que según ellos existen. Estamos dispuestos a dialogar. Creemos que la única salida para los problemas de una institución como la nuestra que está cumpliendo 200 años es que dialoguemos como comunidad", agregó.
Sin embargo, "aquí se produjo la toma y no se ha escuchado ningún petitorio", criticó Toro. "Se les pidió cual era el petitorio que ellos tenían, cual eran los problemas y estamos dispuestos a buscarle una solución consensuada", añadió.
DESTROZOS Y VIOLENCIA
Toro denunció también la violencia y robo acaecida en el recinto. "La señora inspectora -con más de 30 años en el Instituto- llegó llorando al consejo escolar, le habían hechos pedazo su oficina, roto agendas personales, fotos. Creemos que las tomas son actos violentos, que no solucionan ningún problema y que lo único que generan es más problemas y división en la comunidad".
"La violencia no puede ser la manera de resolver los conflictos", aseveró el rector, afirmando que "no tenemos claro quién está detrás de esto que lo único que busca es generar un caos".