Luego de conocer la carta entregada por la presidenta de la Federación de Estudiantes de la UC al Papa Francisco junto a la maqueta de una Capilla País, el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, afirmó que desconocía que se iba a hacer la entrega de la misiva.
"No sabemos qué ha sido de la carta. Nosotros invitamos a la presidenta de la federación para que acompañara la entrega de la Capilla País, y nunca supimos que la federación quisiera entregar un regalo, no se nos hizo ninguna mención", detalló.
La máxima autoridad universitaria además agregó que al momento en que Francisco se subió al papamóvil, algunos documentos fueron entregados a personal de la casa de estudios, sin precisar si entre estos está la polémica carta.
"A nosotros nos devolvieron antecedentes antes de subirse al papamóvil, no sé si es el discurso o la carta, no hemos tenido el tiempo de mirarlo, pero nos devolvieron algo", explicó Sánchez.
El contenido de la carta
"La Iglesia Ausente" fue el nombre de la carta entregada por Josefina Canales -presidenta de la Feuc- al Papa Francisco. Este documento de dos páginas critica la postura de la Iglesia Católica frente a los abusos sexuales como a su rol social, así como también la función que tiene dentro de la casa de estudios.
El escrito declara que la Iglesia "ha tenido un rol pasivo y muchas veces de encubrimiento con los responsables de abusos sexuales, protegiendo así la imagen de la Iglesia por sobre la verdad, al victimario por sobre a la víctima", agregando que "con esto se ha causado un daño tremendo a las víctimas y sus familiares, y además se ha fomentado la impunidad de quienes merecían castigo".
Movimientos sociales como el de pensiones, vivienda digna, estudiantil y feministas son citados en el texto para criticar la ausencia de la Iglesia frente a estas demandas. "Hoy vemos como esa búsqueda de mayor justicia social ha sido abandonada por la Iglesia chilena, la cual ha olvidado su rol social", expresa.
"Esperamos que el dolor y el sufrimiento de los estudiantes, de los pensionados, de las víctimas de abusos, de los trabajadores subcontratados y de los académicos expulsados sean también el dolor de la Iglesia", finaliza la carta.