El rector de la U. de Chile Víctor Pérez llamó hoy al país a devolverle la paz a las familias de los detenidos desaparecidos revelando donde están los cuerpos de las víctimas en una ceremonia donde se desveló una placa en reconocimiento de los miembros de la U. de Chile que fueron tocados y vulnerados por la dictadura militar.
En su discurso, la máxima autoridad afirmó que "¿cómo es posible querer olvidar lo pasado en estos cuarenta años, hablar de reconciliación, si nos olvidamos de decirles a aquellas miles de familias, dónde pueden ir a colocar una flor al lugar en que están enterrados o en que fueron arrojados los restos de sus seres queridos?
Pérez aseguró que hay "todavía una hendidura que sigue abierta de Arica a Magallanes y que parece no ser asumida por la ciudadanía, por todos nosotros, en su real y brutal dramatismo. Una herida que parece ser sólo de ellas y ellos, y no nuestra".
LA U. DE CHILE FUE HERIDA
La autoridad también destacó que "hace 40 años, un día 11 de septiembre, la comunidad de la Universidad de Chile fue herida, como sucedió a diversas organizaciones, familias y personas a lo largo de todo el país".
Por ello, agregó el rector, "esta placa conmemora a los familiares de los miembros de la Universidad de Chile que sufrieron las penas, agravios y afrentas de la sombría época en que en nuestro país reinó el autoritarismo y la arbitrariedad".
En esa línea, Pérez reiteró que "estamos obligados a recuperar esa historia porque su trama nos ha envuelto, queramos o no admitirlo, y porque es preciso suturar los partidos lazos y los duelos inconclusos".
Asimismo, reconoció que "a nadie le puede caber ni un asomo de duda respecto al profundo quiebre que significó para nuestra Universidad la intervención militar en su gobierno, sus aulas y sus proyectos".
"La refundación que los militares y muchos civiles propiciaron para el país, fue aplicada fría, calculada y racionalmente en nuestra Universidad", afirmó la autoridad y agregó que "la represión y la construcción en nuestra casa de estudios de la noción de amigos y enemigos destejió los lazos solidarios, y edificó una visión de la academia más parecida a un cuartel que a un sitio donde discurre la libertad del pensamiento".
"SIN TENER EL CONSUELO DE LLEVAR A SUS ESPALDAS LOS HUESOS..."
"Miles de familias chilenas, algunas por casi cuarenta años, y muchas relacionadas con la Universidad de Chile, han vivido todo este largo tiempo deambulando (…) pero sin tener el consuelo de llevar a sus espaldas los huesos de sus padres, madres, esposos, esposas, hijos, hijas, hermanos y familiares, sin tener el fundamento sobre el cual ellos y ellas puedan construir su nueva aldea, su nuevo hogar, su identidad", añadió el rector en su discurso.
Es por ello que Pérez insistió en que ¿cómo y por qué seguir negando a esas familias ese mínimo gesto de humanidad y de dignidad? ¿Hasta cuándo les hacemos interminables sus noches y agonizantes sus días? ¿Es que de tanto ver a esas madres, con las fotos familiares arrugadas y apretadas en sus pechos, hemos olvidado el brutal drama y la angustiosa pena que arrastran día a día? ¿Es que estamos esperando que ya no quede ninguna de ellas para no tener que sentir vergüenza de nuestra falta de humanidad al mirarles a sus ojos?".