El rector de la Universidad de Santiago, Juan Manuel Zolezzi defendió esta tarde el desalojo que solicitó ayer en la institución y aclaró que no es comparable a lo sucedido en Casa Central de la U. de Chile, respondiendo así al Ministro del Interior, Andrés Chadwick quien comparó los casos y afirmó que ¿quién pensaría que el rector Zolezzi pediría esto?

La autoridad universitaria aseguró que "el ministro no conoce mi trayectoria en estos temas, y si no conoce es mejor que no se pronuncie". Esto, porque según Zolezzi, "en el caso de la U. de Chile hay un acuerdo de los estudiantes respecto a la toma, el rector no había solicitado el desalojo y la intromisión se produjo directamente sin la autorización ni la consulta siquiera de la universidad".

"En el caso mío, los estudiantes lo que han decidido es paro, que está vigente, pero un grupo se salió de la institucionalidad y yo decidí llamar a Carabineros. Mi trayectoria, en varias ocasiones, ha sido llamar a Carabineros para resolver problemas similares, incluso desalojamos el año 2011 por un toma ilegal aunque no hay tomas legales, porque estos grupos estaban fuera e la institucionalidad", agregó el rector.

Entonces, aseguró el vicepresidente del Cruch, "no es prudente comparar ambas cosas. Y cuando uno llama a  Carabineros, tengo la precaución de que el desalojo se haga con la mayor calma posible, y el menor daño a la propiedad. Y yo espero que todos deberíamos hacer lo mismo".

Asimismo, Zolezzi lamentó jornada de violencia, destrozos y ocupación vivida al interior del campus y sostuvo que "nuestra Universidad fue violentada y agraviada por exaltados", hechos cometidos en su mayoría por estudiantes secundarios. De hecho, como resultado, fueron detenidos cuatro menores de edad.

En esta línea, el rector Zolezzi extendió sus disculpas a todos los funcionarios y académicos afectados por la "desagradable experiencia y momentos de tensión vividos", por lo que reiteró su llamado a los estudiantes al diálogo.

"Mi ferviente convocatoria de hoy es al diálogo, pues el uso de la imposición unilateral o de la fuerza como medios de acción para impedir el derecho a trabajar y a estudiar, violan los principios democráticos que caracterizan a nuestra Universidad. Y hay una historia detrás que nos lleva a decir 'nunca más' a la coerción, provenga de donde provenga. No nos  gusta ver a la fuerza pública en nuestro campus, por lo mismo, evitemos estos escenarios que  nadie quiere para la Corporación", concluyó.