A raíz de la paralización de actividades académicas y tomas en los edificios de la mayoría de las universidades estatales, el Consejo de Rectores llamó a dialogar y a deponer las ocupaciones que "alteran el proceso formativo de miles de estudiantes y dañan gravemente a nuestras universidades, haciéndolas más vulnerables a la descalificación interesada a que suelen estar expuestas.
Según consigna una declaración pública de las autoridades, "cuando la protesta se traduce en paros y tomas que no tienen la debida articulación con las respectivas comunidades universitarias, sino que responden a intereses difusos o a disputas entre ellos, lo que se está haciendo es debilitar nuestras instituciones y, en consecuencia, a toda la educación superior pública".
En esa línea, el Cruch llamó a "reconstituir los espacios de diálogo y reflexión que nos permitan restablecer cuanto antes las actividades académicas y la más plena normalidad institucional, garantizando un clima de libertad y participación mediante el diálogo respetuoso y enaltecedor de la más valiosa tradición universitaria de Chile".
Asimismo, los rectores reconocen que es "un triunfo del movimiento social por la educación y de nuestras instituciones", haber avanzado en poner estos temas en la agenda nacional y que "gracias a eso hoy son parte del debate público en un año electoral decisivo, dando contenido y densidad al proceso político.
Sin embargo, agregan, "estamos conscientes que los avances que se han producido desde entonces están todavía lejos de las metas que nuestras comunidades universitarias se han propuesto lograr".