Nueves años se cumplen hoy de uno de los momentos más emocionantes e importantes del deporte chileno. El 21 de agosto de 2004, en los Juegos Olímpicos de Atenas, Nicolás Massú y Fernando González lograron un triunfo épico, especialmente por el esfuerzo desplegado durante todo el certamen, y le dieron a Chile la primera medalla oro olímpica de su historia. 

Hoy, González se encuentra retirado y enfocado últimamente en campañas orientadas a fortalecer la actividad deportiva, mientras que Massú aún sigue activo, aunque pero meditando la mejor forma de terminar su carrera, lo que se podría definir en los próximos días.

Ambos protagonizaron unos espectaculares JJOO para Chile en 2004. Se inscribieron en singles y en dobles y poco a poco fueron derribando obstáculos. González eliminó en individuales a Konstantinos Economidis, Hyung-Taik Lee, Andy Roddick y Sébastien Grosjean. Y así llegó a semifinales.

Massú, para llegar a la misma instancia, superó a Gustavo Kuerten, Vincent Spadea, Igor Andreev y Carlos Moyá.

Pero paralelamente, la dupla chilena también avanzaba en dobles y superando a rivales especialistas: Mark Knowles y Mark Merklein, Gastón Etlis y Martín Rodríguez, Bob y Mike Bryan (favoritos para el oro) e Ivan Ljubicic y Mario Ancic.

En semifinales de singles, Massú venció a Taylor Dent, pero González cayó ante Mardy Fish, en un duelo en el que se torció el tobillo.

Pero el "Bombardero de La Reina" se recuperó para jugar por el bronce, el mismo día que con el "Vampiro" definían la final de dobles ante los alemanes Nicolas Kiefer y Rainer Schüttler.

González realizó un gran esfuerzo para ganar su duelo ante Dent por 6-4. 2-6 y 16-14. El problema es que sólo dos horas después salió a la cancha nuevamente en busca del oro con Massú.

La dupla chilena comenzó con un 6-2 a favor y en el segundo set se colocó 4-2. Pero apareció el agotamiento, con González diciéndole a Massú que las piernas no le respondían. Así, los alemanes ganaron 6-4 este parcial y 6-3 el siguiente.

En el cuarto, los chilenos sacaron fuerzas y se llegó al tie break. Pero Kiefer y Schüttler, que a esa altura del partido ya les gritaban en la cara los puntos a Massú y González, se colocaron en una notable posición, con cuatro puntos para ganar el partido y el oro.

Pero la reacción de la pareja chilena fue espectacular. Remontaron para ganar el tie break 9-7 y después quedarse con el quinto set por 6-4.

Ahí se desató la euforia y ambos entraron en la historia, a la que al día siguiente Massú sumó la presea dorada en individuales.