Fue un triunfo contundente. Petr Korda venció a Marcelo Ríos en la final del Abierto de Australia de 1998 por un triple 6-2. El checo sólo se demoró una hora y 25 minutos en ganar el título de ese Grand Slam.
Con 30 años ese triunfo, además, lo llevó al segundo lugar del ranking y le siginficó ganar 434.600 dólares.
Korda cayó de rodillas, emocionado le lanzó la raqueta a los espectadores y corrió a abrazarse a su entrenador, Iwo Werner, a su mujer Regina Rajchrtova, y a la hija de ambos Jessica, de cinco años.
Según los comentarios publicados de ese partido, Ríos se encontró "con un vendaval imposible de detener, con una velocidad de juego inesperada y con un adversario en racha, prácticamente indestructible, cuyo elegante revés cruzado sembró el terror entre las "barras" chilenas que no cesaron durante todo el partido de animar a su ídolo".
Ese es el partido que te recordamos y el que hoy Ríos pide ganar, debido al posterior dopaje que se le detectó a Korda.