"Estoy arrepentida, pero lo hice por amor", fue la excusa con la que ayer Grace Guajardo se defendió en el Primer Juzgado de Garantí­a, donde fue formalizada por delito de falsa alarma de emergencia.

Esto, tras ser descubierta como la autora de la llamada al aeropuerto de Santiago que el domingo dio un falso aviso de bomba en un avión de la aerolínea española Iberia, que debí­a transportar a su novio, Rodrigo Gómez, rumbo a España.

"No querí­a que se fuera", repetía la acusada en la audiencia, justificando el hecho que obligó a la empresa a suspender el vuelo con destino a Madrid.

El acto, sin embargo, logró el objetivo de la mujer, quien estaba devastada por la partida de quien fuera el padre de dos de sus tres hijos.

El incidente hace recordar otro gesto de amor que se hizo público en enero pasado: la historia de Wendy, de Arica, quien desde octubre del año pasado envía mensajes de amor a su novio, Julio César, preso en la cárcel de Acha, a través de un diario local.

"Sueño y deseo con todo el corazón que Dios te aleje de tus malos momentos para siempre mi amor. Yo te quiero con limón y sal", decía uno de los recados, que desde entonces aparecen con frecuencia en la página de avisos clasificados de la publicación.

El drama de Wendy comenzó cuando la mujer denunció a su pareja -a la que conoció en Tacna- por violencia intrafamiliar. El hombre fue detenido y recibió una pena de un año y medio en prisión. Ahora ella espera que su novio recupere su libertad para celebrar su matrimonio.

José Luis Artiagoitia -el cura que fue procesado por falso testimonio en el caso Spiniak, tras involucrarse en acusaciones de pedofilia a connotados políticos- también actuó con el corazón. Y no precisamente por amor a Dios, sino más bien por sus sentimientos hacia la asistente social Leontina González, con quien se casó en 2007, luego de renunciar al sacerdocio un año antes.

Algo parecido le sucedió al famoso Padre Alberto Cutié, el ex cura católico de origen cubano -nacido en Puerto Rico- que abandonó los hábitos para vivir junto a su novia después de ser sorprendido besándola en una playa en Florida, EEUU.

Tras el escándalo, el ex religioso contrajo matrimonio y en diciembre pasado presentó a su hija en la portada de la revista People. Semanas después anunció que tendría su propio programa de televisión en Fox.

Otra muestra de amor, que dio vueltas por todo el mundo, fue el beso que el portero de la selección española, Iker Casillas, dio en plena entrevista a su novia, la periodista Sara Carbonero, en un enlace en directo tras el triunfo en el Mundial de Fútbol.

"Sólo lo agradezco a la gente que me ha apoyado siempre, a mis padres, a mi hermano...", dice al aire Casillas y luego se interrumpe por la emoción.

"No pasa nada, vamos a hablar un poquito del partido", intenta salir del paso Carbonero, también visiblemente conmovida.

Pero Casillas hace un gesto negativo con el dedo y la interrumpe con un beso en la boca. "Me voy", remata entre los aplausos detrás de cámara. "Madre mía...", alcanzó a decir Carbonero.

El músico Carlos Santana también cree en las locuras de amor y no dudó en pedirle matrimonio a su novia baterista -12 años menor- en pleno concierto.

Fue en julio del año pasado cuando el guitarrista le propuso a Cindy Blackman que fuera su esposa, durante su actuación en Chicago.

"Cindy y yo somos bendecidos de habernos encontrado el uno al otro. Estar enamorados es un regalo del universo y el espíritu, y vibración que viene con ello es sumamente poderoso", dijo el intérprete.

Y ella no pudo evitar las lágrimas de emoción mientras el público aplaudía de pie el gesto del cantante.