Tras 29 horas y media, ingenieros levantaron la campana de seguridad, de 15 metros (50 pies) y 272 toneladas (300 toneladas estadounidenses), que estaba sumergida a 1,6 kilómetros (1 milla) bajo el mar. La infraestructura de cinco pisos irrumpió en la superficie del agua el sábado por la tarde. Parecía casi intacta, con algunas manchas negras sobre la pieza amarilla.
Agentes del FBI estaban entre las 137 personas a bordo de la embarcación Helix Q4000, tomando fotos y video de la infraestructura. Luego, escoltarán a la pieza hasta las instalaciones de la NASA en Luisiana para que sea analizada.
La campana de seguridad fue colocada en un dispositivo de metal, especialmente diseñado para sostener la pieza gigante. Los trabajadores permanecieron en silencio mientras ajustaban en el dispositivo, que chorreaba agua.
Las labores para levantar la pieza se retrasaron debido a la formación de una especie de cristales de hielo, llamados hidratos, en la infraestructura. La campana de seguridad no podía ser sacada del agua hasta que se derritieran los hidratos porque estos son inflamables, señaló Darin Hilton, capitán del Helix Q4000.
Cuando una escotilla se abrió en el Helix para permitir que pasara la campana de seguridad, se observó un leve brillo de varios kilómetros de profundidad cerca del bote, pero la tripulación no sabía con exactitud lo que era.
La explosión del 20 de abril a bordo de la plataforma Deepwater Horizon provocó la muerte de 11 trabajadores y llevó a que se expulsaran casi 780 millones de litros (206 millones de galones) de crudo al mar, provenientes del pozo submarino de BP PLC.