Catorce gramos de sal al día es lo que en promedio consumen los chilenos. Para tener una idea, un gramo de sal es lo que cabe dentro de una tapa de lápiz Bic. Por ende, la dieta promedio del chileno incluye 14 tapas. La meta de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para 2020 es reducir el consumo a menos de cinco gramos por persona al día.

Es por ello que el Ministerio de Salud (Minsal) creó la Estrategia para la Reducción del Consumo de Sal/Sodio. Su principal medida se enfoca en el pan, uno de los productos más consumidos en el país, y con una alta cantidad de sal. La principal causa de hipertensión arterial o presión alta es el consumo excesivo de sal. El Ministerio espera reducir su consumo en al menos la mitad, lo que evitará que 430.000 chilenos lleguen a tener enfermedades cardiovasculares y que mil de ellos mueran al año.

Para ello, llegó a un acuerdo con la Federación Chilena de Industriales Panaderos (Fechipan), para que los productores reduzcan la cantidad de sal en 25%.

El compromiso alcanza a todos los establecimientos que venden pan e incluye hallullas y marraquetas. A diciembre de 2014, estas variedades deberían tener un contenido de 400 mg de sodio por cada 100 g de pan.

Se estima que a través del pan, la población consume en promedio sobre 1.500 mg de sodio al día; es decir, sólo el pan aporta el 75% del consumo máximo recomendado de sodio (2.400 mg), explica Cristián Cofré, del Departamento de Nutrición y Alimentos del Minsal.

La medida se explica por el alto consumo de pan de Chile: 98 kilos al año por persona (ver infografía).

El plan del Minsal busca disminuir el contenido de sal en el pan de forma paulatina. En 2010 se definió pasar de 700 mg de sal por cada 100 g de pan a 400 mg para 2014. El acuerdo incluye someter el pan a análisis de laboratorio para determinar la cantidad de sodio y la vigilancia del cumplimiento del compromiso.

El proyecto, dice Cofré, responde a que el aumento de la presión arterial es el principal factor de riesgo de muerte y el segundo de discapacidad por enfermedades cardiovasculares e insuficiencia renal en el mundo. "Aun cuando la ingesta recomendada de sal por la OMS es inferior a 5 g/día en la población adulta, el consumo puede llegar a ser más del doble", indica.

Recomendaciones
Giselle Muñoz, nutricionista de Clínica Las Condes, considera que la medida es uno de los modos más sencillos y masivos para consumir menos sal. "En estos casos no se puede hacer un cambio drástico, porque la sal es lo que muchas veces hace el alimento más sabroso", advierte.

Sin embargo, establece, el consumo no disminuye si los agregados del pan tienen sal en exceso. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el jamón ahumado, salame, mantequilla o quesos. En su lugar, se deberían preferir mermeladas sin azúcar o huevo.

En el cuidado de una dieta sana también es necesario tener la costumbre de mirar las etiquetas nutricionales y preferir alimentos que tengan menos de 140 mg de sodio por porción.

"La gente se va acostumbrar a la idea de un pan con menos sal, siempre que sea paulatino. Si es de un día para otro, no va a gustar", señala.