Las mujeres están cambiando en Chile y no cabe duda de que el discurso público sobre ellas ha mutado en poco tiempo. Esa situación también está teniendo un impacto en sus pares, y comienza a manifestarse, no tan lentamente, un nuevo tipo de masculinidad que desafía a las de las generaciones previas, o al menos así lo perciben algunos representantes de esa tendencia. Tal como explica Devanir Da Silva, antropólogo especialista en temas de género, el hecho de que las mujeres se estén viendo a sí mismas de manera distinta ha implicado un cambio, más o menos forzado, en el modo de ser y actuar de ellos. "Aparece una posibilidad de pensar de otra forma el ser masculino que va más allá de la repetición mecánica de la norma".
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Cristián Opazo, profesor de Literatura UC.[/caption]
También lo percibe Cristián Opazo, profesor de literatura de la Universidad Católica, quien ha estudiado el concepto de la masculinidad. Para él, más allá de los marcos teóricos, existen grupos de hombres que están experimentando y jugando con los límites tradicionales de su género, y ese primer cambio se percibe a través de la forma. "Comienzas a ver jóvenes que tienen una relación con el cuerpo bastante novedosa, impensada hace una década. Se permiten instalar un culto al cuerpo, tocarse, vestirse, mirarse. Es una nueva vanidad masculina, que además no está asociada a lo homosexual. Estamos asistiendo a la consolidación de una nueva estética, aun cuando hay una tranca todavía en verbalizarlo".
A Pedro Uribe esta nueva vanidad o estética le genera cierta sospecha. Él es un sicólogo chileno que vive en España donde forma parte de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE), un grupo que desde 2001 se reúne a intercambiar ideas, pensamientos y sentimientos acerca de lo que significa ser hombre en estos tiempos y que ha crecido por todo ese país. Pese a eso, a él no lo convence la idea de que hay una nueva masculinidad. "Es cierto que los hombres hoy se cuidan más físicamente o tienen más vanidad. Pero si bien hay nuevos formatos, esto no quiere decir que se ejerza el poder de una forma diferente", dice. Él prefiere hablar de "masculinidades alternativas o disidentes", donde sí se ven cambios más allá de lo estético, y que tiene que ver con empezar a hacerse preguntas y cuestionarse la forma en que se comportan frente a situaciones determinadas.
Mayor conciencia
El sicólogo y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Felipe Landaeta, cuenta que desde muy chico que se dio cuenta de que hay una crisis en torno a la masculinidad, un tema al que le sigue dando vueltas hasta hoy en su trabajo y a través de un blog (masculinochile.blogspot.cl) en el que suma seguidores y detractores. "Desde chico me llamaron la atención los códigos del ser hombre: la violencia entre nosotros, el cómo a cierta edad se generaba una distancia natural entre el hijo y el padre, entre los amigos también. Especialmente me sorprende el miedo a expresar afecto entre nosotros. También los juegos de dominación donde el más grande le pega al más chico. Me acuerdo especialmente de un compañero que a mí me decía 'fleto' porque cuando jugaba fútbol yo no agredía a los rivales".
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Felipe Landaeta, sicólogo y académico UAI.[/caption]
Pero hoy, dice Cristián Opazo, hay más que han dejado de dar por sentadas esas prácticas: "Están comenzando a darse cuenta de cuáles fueron los límites de su propia educación afectiva, de la manera en que se relacionaban en la infancia con sus pares y, a la vez, a sacar a la luz una serie de situaciones comunes, muchas veces asociadas a la competitividad y la violencia. Así también empiezan a estar conscientes del lenguaje, de las connotaciones implícitas de los evocativos con los que nos tratábamos".
Naturalmente eso también en algunos casos lleva a ver cómo opera el machismo sobre ellos mismos. "Los hombres de la masculinidad disidente se han dado cuenta de que existe el machismo, han querido hacer un cambio en sus vidas y sus relaciones. Hoy toman una posición activa en su comunidad y se atreven a feminizar su discurso y su identidad", dice Pedro Uribe.
No tan rápido
Gonzalo Leiva es matrón clínico hace 10 años, ha sido columnista en diversos medios sobre violencia obstétrica, y hoy está a cargo del área de maternidad del Hospital de La Florida, el que se jacta de tener el mayor número de partos naturales en Chile. Para él, un nuevo hombre es quien se apropia con más compromiso de su paternidad. "Yo vivo y entiendo que la masculinidad es un constructo social y no biológico, y entiendo que lo que la sociedad necesita son masculinidades conscientes. Nuestro rol como hombres es asumir que ciertas cosas empiecen a asociarse a la masculinidad, como la relación con los hijos. Yo soy separado, pero eso no implica que deba quedarme tranquilo con que veo a mi hija semana por medio sólo porque ese es el régimen de visita establecido. Me parece que asumir que esa es la paternidad actual es lamentable, porque es una responsabilidad conjunta y quiero que mi hija entienda que un hombre también lava, cuida la casa, va al supermercado, la cuida, la baña, la lleva al médico".
En esto coincide también Jorge Núñez, quien junto a su esposa, la escritora Claudia Apablaza, son creadores de Los libros de la mujer rota, quizás la editorial más militantemente feminista en Chile, y que ha publicado libros como Quiltras, de Arelis Uribe. "Creo que parte de mi generación es bastante menos machista y clasista. Tenemos una percepción horizontal del género. No nos complica hacernos cargo de la crianza de nuestras hijas, al mismo nivel que lo hacen nuestras parejas", dice, pero luego agrega que esto no es todavía un fenómeno extendido. "Siento que hay muchos hombres que fuerzan por moda el 'ser sensible', cuando en el plano privado son unos brutos".
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Devanir Da Silva, antropólogo especialista en temas de género.[/caption]
Devanir Da Silva cree que es precipitado hablar de la existencia de un "nuevo hombre" en Chile, y que hacerlo es adelantarse a algo que es incipiente. "Aquí hay un problema en cómo concebimos los cambios. Pensamos el tiempo histórico linealmente y esperamos que en el futuro seamos avanzados y hayamos eliminado el machismo. Sin embargo, creo que esa forma de suponer la historia es un poco errada. Una cuota de realismo también es necesaria para pensar cómo encaramos los procesos hoy, desde lo actual, y no desde la comunidad ideal situada en una lejanía inalcanzable".
Queda, entonces, mucho camino por recorrer, explica Cristián Opazo: "El hombre de hoy es más consciente, pero no quiere decir que aún se haga cargo. Nos falta ganar las batallas de agenda y ocupar ciertos espacios de la cultura que no responden a los estereotipos tradicionales, sin ser por eso estigmatizados como raros".
La guía del nuevo hombre
¿Qué leer? Todos los artículos o entrevistas de Raewyn Connell. Nació como Robert William Connell, pero cambió su nombre a Raewyn luego de iniciar su proceso de transición de género. Hoy es la más influyente socióloga australiana. Sus áreas de investigación van desde las dinámicas de clase, la educación y la sexualidad hasta el cambio social y las relaciones de género. Su libro Masculinidades (1995) fue uno de los iniciadores de este campo de investigación.
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Gonzalo Leiva, matrón clínico del Hospital de La Florida.[/caption]
¿Qué ver? La máscara con la que vives, un documental disponible en Netflix. Explora la forma en la que la cultura norteamericana ha determinado el papel del hombre desde que es un niño, a partir de patrones establecidos de comportamiento. En comparación con las niñas, las investigaciones muestran que los hombres en los EE.UU. son más propensos a ser diagnosticados con trastornos del comportamiento. Les recetan medicamentos estimulantes, dejan la escuela, beben en exceso, cometen crímenes violentos, y se quitan la vida. La máscara en la que vives nos pregunta, como sociedad, en qué estamos fallando en la educación de los hombres.
¿A quién seguir? Las redes y sitios de las agrupaciones AHIGE (Asociación de Hombres por la Igualdad de Género), EME (dedicada a la investigación y la intervención sicosocial con hombres y equidad de género en Chile) y a los Hombres tejedores, quienes imparten talleres de tejido como una forma de romper con los estereotipos de género. También el sitio Pousta; que según Cristián Opazo es algo así como lo que fue la revista Paula de los 60 para muchos chicos de estos tiempos. Uno de los primeros sitios en investigar sobre las nuevas masculinidades en Chile, a los que bautizaron como "New Minos" y tienen una serie de artículos donde ahondan sobre el tema.