Un techo de $ 1.400 millones era el máximo que podían gastar en campañas los últimos candidatos senatoriales que compitieron por un escaño en Santiago en 2013.

Sin embargo, la Región Metropolitana, hoy dividida en las circunscripciones oriente y poniente, podría ver aumentado el límite de gasto. Si llegasen a ser fusionadas las dos circunscripciones, los desembolsos por campañas que la ley permite a cada candidato podrían superar los $ 2.600 millones (según valores aplicados por el Servicio Electoral en 2013).

Esta situación podría repetirse en gran parte del país, debido a que la reforma al sistema electoral binominal propuesta por la Presidenta Michelle Bachelet contempla fusionar varios distritos de diputados y circunscripciones senatoriales.

Si bien esto apunta a dar más representatividad al sistema, al haber zonas electorales más grandes, también aumenta el número de electores en cada lugar. Y a mayor electorado, mayor también es el límite para gastar.

La ley de gasto electoral fija un límite en base a una  compleja fórmula escalonada en caso de candidaturas a senadores, sumándole un monto base del orden de $ 69 millones. Para postulantes a diputados fija un monto multiplicando 0,03 UF por cada elector, más un monto base de $ 34 millones.

Sin embargo, el proyecto de Bachelet no contempla cambios en este punto, por lo que a juicio de algunos legisladores se podría generar una tendencia alcista en el costo de las campañas.

Esto no implica que el Estado realizará un mayor desembolso. El Fisco devuelve un monto preestablecido de dinero por cada voto obtenido, independiente de cuánto gasten los candidatos.  Por tal razón, el mayor dinero invertido en contiendas electorales tendría que ser asumido por los propios aspirantes al Congreso.

Discusión en la Cámara

En la sesión de la Comisión de Constitución del martes pasado, donde el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, expuso la reforma electoral, la diputada UDI Marisol Turres fue la primera en plantear que este proyecto, tal como está redactado, abre la posibilidad de un aumento del gasto de campañas.

Al día siguiente intervino en la comisión el diputado independiente Giorgio Jackson, quien también expuso la misma preocupación, además de otros temas que complicarían a quienes aspiran al Congreso sin el respaldo de un partido político o sólo con el aval de una colectividad emergente.

"Esto genera campañas el doble de costosas. Esto va a limitar la participación de cualquier persona que quiera participar de la política", dijo la diputada Turres, consultada por La Tercera.

"Un tema que nos preocupa es el gasto electoral y la definición de propaganda. El dinero no puede ser un factor. Hay campañas que desinforman. El gasto desproporcionado genera desigualdad. No a las competencias en quien gasta más", dijo Jackson, quien agregó que la reforma también debe abordar los aportes reservados a las campañas.

El diputado PS Marcelo Schilling, uno de los autores del proyecto, admitió que la fusión de distritos puede generar un aumento en el límite del gasto, pero eso debe remediarse con otra reforma legal. Aunque su par de la DC Ricardo Rincón dijo que el tema puede limitarse con una indicación.

Para el cientista político Kenneth Bunker, sin embargo, no está muy claro que un mayor límite se traduzca en un mayor gasto en campañas. En tanto, el experto de la UDI Andrés Tagle cree que independiente del gasto electoral, la fusión de zonas electorales generará un mayor gasto fiscal para la labor parlamentaria.