En los últimos días, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, ha intensificado sus conversaciones con el presidente de RN, Cristián Monckeberg, y con un grupo de senadores del oficialismo y de la oposición.

Con los contactos, el jefe de gabinete ha buscado reflotar la opción de lograr un acuerdo transversal en torno a la reforma al sistema binominal que impulsa el gobierno. El proyecto aumenta de 120 a 155 el número de diputados y de 38 a 50 el de senadores, y actualmente se tramita en la Comisión de Constitución de la Cámara Alta.

En esos diálogos -la mayoría de ellos realizados el miércoles en el Congreso, en Valparaíso-, Peñailillo ha transmitido la apertura del gobierno a disminuir la representación parlamentaria propuesta originalmente para la Región Metropolitana y, como contraparte, aumentarla en algunas regiones.

Esa ha sido, precisamente, una de las peticiones de senadores oficialistas de regiones, quienes han presionado al Ejecutivo y han advertido que sus votos no están asegurados para aprobar la reforma si no hay un cambio en esa línea.

La propuesta inicial de La Moneda contempla aumentar de cuatro a siete los senadores en Santiago. Sin embargo, en los últimos días se ha evaluado la alternativa de que el número de escaños quede en seis o cinco. El primer número es solicitado por RN, mientras que la segunda cifra ha sido planteada por los regionalistas.

Así, el margen de negociación se ha ido acotando en las últimas horas, un escenario más favorable para sellar un acuerdo que el que existía hace algunos meses.

Ante este cuadro, el senador Felipe Harboe (PPD) -quien preside la Comisión de Constitución de la Cámara Alta- dijo que "desde el punto de vista territorial, no se explicaría que hoy hubiese siete senadores en la Región Metropolitana, porque es demasiada la diferencia".

En la misma línea, su par DC Patricio Walker comentó que "estoy de acuerdo en bajar el número de senadores en la Región Metropolitana".

Otra de las peticiones de RN es que exista una mayor cantidad de circunscripciones que elijan a un número par de parlamentarios, algo a lo que ha estado abierto el gobierno. En ese partido creen que eso podría beneficiarlos, a diferencia de un esquema mayoritariamente con cupos impares.

En paralelo, en el oficialismo estiman que se deben mantener las regiones extremas sólo con dos senadores: Arica, Tarapacá, Magallanes y Aysén, sumando en esta lógica a Los Ríos. Todo esto, debido a la baja cantidad de población en esos lugares, en comparación con otras zonas del país.

En esa línea, Valparaíso y Biobío podrían aumentar a seis senadores cada una, uno más que lo incluido en un principio en la reforma.

Asimismo, otra novedad del eventual acuerdo podría ser que Antofagasta cuente con un senador más de lo estipulado inicialmente. Esto serviría -explican en la Nueva Mayoría- para asegurar los votos de Pedro Araya y Alejandro Guillier.

Araya, al ser consultado por la fórmula que baraja La Moneda, señaló que "Santiago no puede concentrar siete senadores", mientras que Guillier indicó que "soy un convencido de que hay que mantener la equivalencia de las regiones".

En el oficialismo sostienen que de alcanzar un pacto entre su sector y RN, incluyendo a algunos independientes de regiones, se podría lograr también una inédita adhesión por parte de dos militantes de la UDI: Hernán Larraín y Juan Antonio Coloma, quienes -dicen- han entregado señales de apertura.