El Gobierno de México busca impulsar el crédito en el país facilitando a los bancos la ejecución de garantías en caso de incumplimientos y dando más poder a reguladores para sancionar a instituciones que no presten lo suficiente, de acuerdo con un borrador de una nueva reforma financiera obtenido por Reuters.

El proyecto, que será presentado la próxima semana, busca asegurar mayor crecimiento sostenido de la segunda economía de América Latina y forma parte de una agenda de ambiciosas reformas del presidente Enrique Peña Nieto.

La reforma financiera, que requiere el aval de la Cámara de Diputados y de la de Senadores, se enfoca en la conservadora banca comercial mexicana, que tiene elevados niveles de capital pero presta poco en comparación con sus pares regionales.

La banca de México ha sido más cautelosa tras la crisis financiera de 1994-1995, y los interesados en contratar un préstamo se quejan de las elevadas tasas de interés, las cuales rondan el 29% anual para tarjetas de crédito, según datos del banco central.

"Otorgar más créditos, bajo condiciones más favorables en términos de tasas de interés, duración y montos, es un elemento crucial para asignar recursos financieros de manera eficiente para impulsar el crecimiento económico nacional", dice el documento.

La iniciativa incorpora modificaciones para fortalecer los procesos mercantiles a fin de dar mayor certeza a los bancos y facilitar tanto el cobro de créditos como la ejecución de garantías en casos de impago.

La reforma también obligaría a una evaluación periódica del crédito bancario y daría al regulador del sector nuevos poderes para imponer sanciones a bancos que no ofrezcan suficiente crédito, entre las que se incluyen límites a sus operaciones con valores que realicen por cuenta propia.

Estas medidas, junto con el fortalecimiento de la banca de desarrollo, buscan reducir el riesgo e inducir a los bancos a incrementar el financiamiento, especialmente a pequeñas y medianas empresas que generan tres cuartas partes de los empleos en el país y reciben solo el 15% de los créditos otorgados, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda.

La reforma plantea una banca de desarrollo con mayor autonomía, facilitando el otorgamiento de crédito por parte de sus instituciones y flexibilizando sus inversiones, luego de haber estado enfocada mayormente en construir capital y financiar a usuarios de bajo riesgo.

Desde que asumió en diciembre, Peña Nieto ha visto aprobadas reformas en el ámbito laboral y educativo, mientras que una iniciativa para aumentar la competencia en el sector de las telecomunicaciones y medios sería aprobada por el Congreso este mes.