Que una mujer pueda tener su parto en un hospital público y que su isapres le cubra esta prestación, es una de las ideas que se plantearon ayer en la comisión presidencial que busca reformar el sistema privado de salud, en el marco de la discusión del plan único de la seguridad social que se pretende aplicar.

La idea, señalaron algunos comisionados que llegaron ayer a La Moneda es, entre otras cosas, mejorar el acceso de los usuarios de isapres en regiones, y de paso bajar los costos del plan único que incluiría como piso lo que por ley cubre Fonasa en su modelo institucional y libre elección, además de las patologías de la lista GES y la Ley de Urgencia. Todo esto se financiaría con parte del 7% que se descuenta del sueldo de un trabajador para salud, y que en isapres tiene un valor promedio de $ 33 mil mensuales.

Entre las atenciones que se discutieron que podrían abrirse a los seguros privados  en los hospitales públicos y la atención primaria (consultorios), están los partos, los controles de niño sano, vacunas y otras prestaciones donde sea factible absorber la demanda de ambos sistemas de salud, público y privado.

La idea genera controversia al interior del grupo, sobre todo entre las isapres y prestadores, los que insisten en que esto se traduciría en un retroceso en el estándar de salud que hoy obtienen los usuarios del sistema privado.

El economista y miembro de la comisión, David Debrott, dijo que "no es primera vez que la comisión lo discute, ya que en la legislación actual existe prohibición de que las isapres contraten prestaciones con el sistema público en general. El tema es que eso hace que el sistema de isapre, por definición, tenga costos más altos que lo que podría tener si se pudiera contratar la red pública".

Debrott agregó que esta idea  sería de mucha ayuda  en algunas regiones,  donde "las isapres no tienen prestadores privados a los cuales contratar sus servicios y, entonces, la gente recurre a los hospitales públicos. Hay determinados hospitales que son nuevos y que tienen camas suficientes para recibir cierta cantidad de partos que son del sistema privado; esa es la lógica", explicó.

Por su parte, el abogado y también parte del grupo, Pedro Barría, aseguró que "hay un amplio consenso en que ambos sistemas de salud no puede seguir funcionando por separado y en este contexto se ha planteado que los afiliados de isapre puedan ser atendidos en los hospitales, pero sin perjudicar a los pacientes institucionales de Fonasa".

En esa línea, agregó, esta idea no es factible de realizar si no hay un plan de reforzamiento de la asistencia pública. Por eso, Barría se pregunta si "habrá alguna medida de mitigación previa para los afiliados a Fonasa".

Seguro catastrófico 

Otro punto que se discutió ayer es la posibilidad de que la cobertura catastrófica (Caec), que se usa para cubrir los gastos adicionales por eventos o enfermedades de alto costo, sea ofrecida a través de los seguros complementarios, mediante el mecanismo denominado "stop loss" o tope de desembolso que tiene que realizar el asegurado. El mecanismo no se aleja mucho del deducible que se usa ahora en las isapres, pero al ofrecerse por seguro, la persona puede optar entre varios, no necesariamente el que ofrece su isapre.

Además, se planteó que una parte del 7% se destine a las licencias médicas y que éstas saldrían del sistema, para ser administradas por un organismo autónomo, que tenga un directorio integrado por trabajadores, empleadores y el Estado.