La discusión respecto de si la reforma tributaria impactará o no a los emprendedores está que arde. Videos y declaraciones van y vienen, pero, en concreto, los cambios propuestos sí se notarán en las empresas de menor tamaño. Y según insisten sus representantes, más que en las grandes.
¿Cómo? El paso a tributación en base devengada, en lugar de percibida, a lo que se suma el alza en el impuesto a las empresas y la retención adicional que eleva la tasa al 35%, mermará su caja, aseguran desde la Asociación de Emprendedores (Asech), limitando sus posibilidades de crecimiento.
Juan Pablo Swett, presidente de la Asech, se ha convertido en el rostro de la campaña, con una serie de videos en los que describe el caso de "Pedro", un emprendedor que con la reforma terminaría pagando 20 veces más impuestos (ver infografía). En esos cálculos participaron contadores y abogados tributaristas, precisa. Y apunta a un cambio en el discurso del gobierno: "primero dijeron que no afectaría a la pyme, ahora dicen que no afectará a la microempresa", asegura.
La diferencia no es sutil. La ley 20.416, promulgada bajo el primer gobierno de Michelle Bachelet, conocida también como "Estatuto Pyme", define a las empresas de menor tamaño como aquellas con ventas anuales no superiores a 100.000 UF. Una segmentación más fina las separa en empresas medianas, con ventas anuales superiores a 25.000 UF, pequeñas, con ventas entre 2.500 UF y 25.000 UF anuales, y microempresas, con ventas por debajo de las 2.500 UF al año.
Desde el Ministerio de Economía aseguran que la reforma contiene beneficios para las Mipyme, entre ellos, el cambio del sujeto pagador del IVA a las grandes empresas y un aumento en el tramo para acogerse a contabilidad simplificada (14 ter), que las libera de la obligación de confeccionar balances, aplicar corrección monetaria, realizar inventarios y confeccionar el registro FUT, todo lo cual se traduce en menores costos. Además, accederán a depreciación instantánea y no verán afectadas por el aumento en el impuesto de timbres y estampillas. Y resaltan que tomando la información del SII para 2012, el 95% de las empresas registra ventas menores a $ 506 millones en el año (25.000 UF), de modo que los cambios que permiten pasar a una base devengada no las afectarán.
Swett cree que la mayor parte de las microempresas no se verá afectada, pero insiste en que sí tocará a todas las medianas y a la mayoría de las pequeñas. "La plata que aparece como utilidad en los balances al 31 de diciembre no está en las cuentas corrientes de la empresa o del emprendedor, está en cuentas por cobrar y en la tranquilidad, las reservas para seguir pagando sueldos en los meses malos", señala.
Franco Gorziglia, abogado tributarista de Arteaga Gorziglia, estima que la reforma encarecerá el crecimiento. "Más que la eliminación del FUT, la clave está en el cambio de base percibida a devengada (…) porque lo que les pasa [a las pyme] es que no tienen caja o espaldas suficientes para ir financiando el crecimiento", comenta. El emprendedor sólo puede sacar el dinero para el impuesto de la empresa, dice, y si tenía pensado ampliarse y con el pago de ese mayor impuesto le falta plata, tendrá que recurrir al sistema financiero.
Gorziglia no cree que el régimen simplificado del 14 ter o la depreciación instantánea compensen el cambio. "Hay algunas ventajas para pymes con inversión importante en activo fijo, pero las empresas de servicios no tienen ventajas respecto de las grandes", señala. Además, acota, se limita a empresas con ventas hasta 25.000 UF, pero no se consideran las utilidades y esto importa porque hay negocios con márgenes bajos o intensivos en mano de obra, donde ventas muy grandes se traducen en ganancias modestas.
Otro cambio, el del sujeto pagador del IVA, le parece un avance, pero no una solución. "Beneficia básicamente a quienes venden o prestan servicios a empresas muy grandes o al Estado", explica, y puede inducir a confusión, advierte.
En Economía rechazan el argumento de que no hay incentivos a la reinversión en las Mipymes: la contabilidad simplificada considera como gasto los egresos de caja, explican, lo que incentiva la inversión no sólo en activos fijos, sino que en cualquier otro egreso en que incurra la empresa. Y las Mipes, que operan con activos de corta vida útil, se beneficiarán también del aumento en el crédito tributario al activo fijo.
La Asech, que unió fuerzas con la Confederación Nacional del Transporte de Carga, Fenabus y Fechipan, propone que haya un FUT diferenciado para empresas pequeñas y medianas, y están abiertos a que la diferenciación se haga por monto de ventas o generación de empleo. O, que se exija que haya emisión de facturas, para no beneficiar a sociedades de papel. También quieren discutir la posibilidad de rescatar beneficios del 14 bis y el 14 quáter.
Swett dice que la reforma de la educación es necesaria y que los empresarios quieren contribuir, pero teme que tal como está planteada, la reforma tributaria los condena a seguir siendo chicos. "¿Queremos microempresas, con 2 o 3 puestos de trabajo? ¿O queremos empresas que generen 20, 30 o 50 empleos? Porque para la transición de microempresa a pequeña y mediana, el FUT es vital", asegura.