Ante el temor de que se desencadenen protestas este viernes, durante el rezo de los viernes, por la tensión generada en torno a la Explanada de las Mezquitas, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, Israel puso en alerta a su Ejército, en una medida considerada como inusual y en caso de que se les ordene intervenir. "Cinco batallones están preparados por si fuera necesario", explicó la portavoz militar sobre una posible operación en la ciudad, donde el Ejército no interviene y la seguridad está a cargo de la Policía y la Policía de Fronteras israelíes.
De hecho, la última vez que el Ejército participó en una operación en la Ciudad Santa fue al comienzo de una ola de violencia en octubre de 2015. Anteriormente las tropas habían sido movilizadas en el interior de ciudades israelíes en 2002, durante la Segunda Intifada.
La tensión entre las fuerzas de seguridad israelíes y los musulmanes se elevó tras la instalación de detectores de metal instalados en los puntos de acceso a la Explanada de las Mezquitas. Esos aparatos fueron habilitados tras el ataque del pasado día 14 en el que murieron dos policías israelíes de la minoría drusa y sus tres agresores, árabes israelíes.
Para expresar su molestia, los palestinos musulmanes llevaban ya este jueves cinco días rezando afuera del recinto sagrado, ya que se niegan a atravesar los detectores de metal. La Explanada de las Mezquitas (o Haram al Sharif) o Monte del Templo (para los judíos), contiene el Domo de la Roca y la mezquita de Al Aqsa, y uno de sus límites es el Muro Occidental (o de los Lamentos).
Incluso las autoridades islámicas ordenaron a las mezquitas de Jerusalén que no pronuncien el sermón del mediodía del viernes para alentar a los palestinos musulmanes a acercarse a rezar afuera de la explanada como protesta.
El ministro de Seguridad Pública israelí, Gilad Erdan, insistió que los detectores de metales son esenciales para mantener la seguridad del lugar y de las personas que se acercan hasta allí.
Pero, según la agencia The Associated Press, los servicios de seguridad israelíes están divididos en cuanto a las medidas a tomar frente a las tensiones crecientes.
Según el statu quo de los lugares sagrados, Jordania es la encargada de custodiar el recinto que alberga la mezquita de Al Aqsa y el Domo de la Roca. Este último contiene la llamada "roca del sacrificio", el tercer lugar más santo para el islam, mientras que para el judaísmo se trata del lugar más sagrado.
El primer ministro palestino, Rami Handala, se reunió con diplomáticos europeos y urgió a la UE a tomar medidas para presionar a Israel y detener lo que considera que son "violaciones contra los derechos de los palestinos y los lugares sagrados", según la agencia de noticias palestina Wafa.
A raíz de esta situación, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, convocó este jueves a una reunión de seguridad. La convocatoria la hizo inmediatamente después de llegar al país tras una visita de seis días a Francia y a Hungría.