La Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) realizó este año dos supervisiones, para evaluar el cumplimiento de los estándares de calidad de las empresas encargadas de entregar alimentación a más de tres millones de alumnos de colegios municipales y subvencionados.

Por primera vez, esta fiscalización se cumplió bajo la modalidad de supervisiones sorpresa, las que se realizaron entre el 26 de julio y el 2 de agosto pasado, abarcando a 1.141 colegios, que corresponden a casi un tercio de los establecimientos que forman parte del programa de alimentación escolar. El resultado arrojó un total de 2.659 faltas y un promedio nacional de 2,25 incumplimientos por establecimiento, respecto de 20 puntos evaluados. Se espera que dentro del año se supervise al resto de los colegios.

Los casos más preocupantes se concentraron en las regiones del extremo norte del país, donde el promedio de fallas casi duplicó al resto de Chile: la Región de Arica y Parinacota presentó el registro más negativo, con un promedio de 4,07 multas por establecimiento. Le siguieron las regiones de Tarapacá (4,05) y Atacama (4).

"En la zona del norte existe un mayor incumplimiento, y esto no tiene que ver con zonas geográficas sino que con las empresas que prestan servicios. En ese sector se ubica la empresa Salud y Vida, pero es importante destacar que existen empresas que aún no han sido supervisadas y están en carpeta para futuras revisiones. No puedo decir que esta empresa es la peor, porque hay otras que les tiene que tocar supervisión pronto, pero de las revisadas es la que tiene mayores faltas", aseguró Jaime Tohá, director de Junaeb.

Los análisis de la Junaeb se enfocaron en ítems relacionados con la presencia y operatividad de equipos de frío y calor, presencia y uso de elementos de seguridad, cantidad de manipuladoras de alimentos, existencia de manuales de preparación y correcto almacenamiento de las preparaciones alimentarias, entre otros.

Los incumplimientos más comunes tienen relación con el ítem de operaciones, que concentra un cuarto de las faltas (26,24%). Entre ellas, se consideran falencias en los manuales de preparaciones o en la coincidencia de la minuta con lo que efectivamente se sirve en las bandejas. En materias de seguridad (23,36%) se evaluó la ausencia del uso de implementos. Los problemas detectados en cuanto al almacenamiento de los alimentos alcanzaron un 18,41% de los incumplimientos, mientras que un 16,62% correspondió al control de temperaturas de hornos y fondos.

Multas: $ 600 millones

En la Junaeb estiman que todas las multas a las empresas por las falencias encontradas en las supervisiones sorpresa bordearán los $ 600 millones, y además incidirá directamente en las futuras licitaciones en que participen.

Respecto de la modalidad de supervisión sorpresa, que se aplicó por primera vez este año, Tohá señaló que "es una forma de demostrar que como Junaeb no permitiremos que no se cumplan los contratos y las empresas generen mayores utilidades a costa de entregar un servicio de alimentación de mala calidad a los niños, por lo que seguiremos fiscalizando en esta línea".

Si bien el ítem de operaciones es el que lidera las falencias, a la entidad reguladora del servicio de alimentación le preocupa la escasez de manipuladoras de alimentos en algunos establecimientos, lo que significa que hay colegios que no cumplen con una manipuladora de alimentos por cada 70 niños.

"Nos parece inaceptable que las empresas se estén ahorrando costos teniendo menos personal de lo establecido, porque esto afecta directamente la calidad del servicio", puntualizó Tohá.

Frente a las inspecciones sorpresa y las eventuales multas a las empresas, en la Asociación Gremial Nutre Chile, que reúne a 14 empresas proveedoras de alimentos a la Junaeb, explican que no están de acuerdo con los mecanismos de inspección, porque no estaban estipulados desde un inicio y que no han podido iniciar los descargos por los incumplimientos encontrados.

"Como gremio no hemos sido notificados y tampoco se han iniciado los procedimientos reglamentarios que permitan a las empresas concesionarias formular los descargos suficientes. Además, esas inspecciones sorpresa no están consideradas en las bases", explicó Darío Calderón, presidente de la entidad.