A partir de julio las zonas de Japón más devastadas por el terremoto y tsunami del 11 de marzo deberán ahorrar un 15% de electricidad durante dos meses, anunció hoy el jefe de gabinete Yukio Edano.
La medida se enmarca en el plan de austeridad japonés destinado a conjurar el fantasma de los "apagones" estivales.
El porcentaje fijado es más bajo que la hipótesis inicial del 25% y será obligatorio para los grandes grupos industriales. Sin embargo, Edano precisó que no abarca a hospitales e institutos médicos.
A los consumidores, por su parte, se les pide "un uso responsable y mesurado" de la energía, como dicen algunos carteles visibles en el metro de Tokio.
La austeridad abarcará las grandes áreas de competencia de Tepco (gestora de la central nuclear de Fukushima, que provee a Tokio y la región circundante) y Tohoku Electric Power, activa en el noreste, la zona más afectada por la catástrofe.
En el primer caso las limitaciones regirán hasta el 22 de septiembre, y en el segundo hasta el 9 de septiembre. La franja horaria es entre las 9 y las 20 y afectará a todos los grandes usuarios industriales con contratos de 500 kilovatios y más. Las demás empresas y familias son invitadas a ahorrar pero sobre base voluntaria. El tsunami dejó fuera de uso un total de 11 centrales.