Vestida de blanco y portando su corona real, la reina Isabel II admitió hoy durante su discurso en el Castillo de Dublín, en su visita de estado a la República de Irlanda, que el Reino Unido cometió "tristes y deplorables errores" en su relacion con ese país, en referencia a los crímenes perpetrados por Londres.
La monarca comenzó su alocución en gaélico, el idioma irlandés nativo, y dijo que "es imposible ignorar la complejidad de nuestra historia, sus muchos estratos y tradiciones, pero también la importancia del perdón y la reconciliación, de ser capaces de inclinarse ante el pasado pero no estar constreñidos por él".
Agradeció a "todos los que tomaron parte en el proceso de paz" entre Londres e Irlanda, independiente del Reino Unido desde 1922.
Isabel II visitó hoy en Dublín el estadio de Croke Park, el lugar de una masacre perpetrada por el Ejército británico hace 90 años. Ese fue el sitio en el que el 21 de noviembre de 1920 las tropas británicas asesinaron a 13 espectadores y a un jugador durante un partido de fútbol.
La masacre se produjo poco después de que un escuadrón del Ejército Republicano Irlandés (IRA) mató a balazos a 14 agentes de inteligencia británicos en Dublín, entre ellos un capitán. El estadio de Croke Park es un punto reverenciado por los nacionalistas irlandeses.
Para la presidenta irlandesa, Mary McAleese, la visita de Isabel II a Irlanda es "la culminación del proceso de paz" bilateral. "No podemos cambiar el pasado, pero podemos cambiar el futuro", dijo la jefa de estado en una reflexión sobre los "siglos difíciles" que precedieron a este momento. Definió a las relaciones entre Londres y Dublín como "quizás una tarea en pleno proceso".
Fuera del castillo, unos 500 manifestantes republicanos se enfrentaron con la policía local, que desplegó una operación represiva de "protestas cero" durante la visita. La prensa irlandesa señaló que 20 manifestantes fueron detenidos por las fuerzas de seguridad. Dentro del castillo, 172 invitados estrecharon la mano de la reina y de su esposo, el duque de Edimburgo.
La última vez que un rey británico pisó suelo irlandés fue exactamente hace 100 años, cuando el abuelo de la actual reina, Jorge V (1865-1936), se desplazó a la isla en 1911, poco antes de la guerra de independencia entre los dos países, que ocurrió de 1919 a 1921. El itinerario real continuará mañana con una visita a los Establos Nacionales, en Kildare, y finalizará el viernes, con un recorrido por la Roca de San Patricio, en Cashel, y por el Mercado Inglés e Instituto Tyndall de Cork.