La reina de Inglaterra, Isabel II, y el primer ministro británico, David Cameron, asistieron hoy a una ceremonia religiosa en la Abadía de Westminster, en Londres, para conmemorar los 70 años del fin de la II Guerra Mundial.
El duque de Edimburgo, esposo de la soberana británica, y el hijo de ambos y heredero al trono, el príncipe Carlos, participaron asimismo en una ceremonia en la que el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, se dirigió a los presentes para celebrar la victoria de los aliados "sobre la mayor oscuridad que vio el siglo XX".
Cerca de 1.000 veteranos de la contienda y sus familiares estuvieron presentes en la Abadía, junto con representantes de los países del bando aliado y de la Mancomunidad de Naciones británica.
Tras el servicio religioso, un desfile militar recorrió la avenida de Whitehall de la capital británica y pasó frente al balcón en el que el primer ministro británico en 1945, Winston Churchill, pronunció uno de sus discursos más célebres.
Entre quienes se presentaron hace 70 años ante la multitud para celebrar la victoria bélica estaba la entonces princesa Isabel, de 19 años y vestida con uniforme militar, que se convertiría en monarca siete años después.
Cientos de personas contemplaron hoy la ceremonia y los actos posteriores desde pantallas instaladas en el campo de desfiles Horse Guards Parade, en las cercanías del palacio de Buckingham.
El equipo de aviones Red Arrows de la Real Fuerza Aérea británica realizó una exhibición en los cielos de Londres, mientras que varias aeronaves de época que participaron en la II Guerra Mundial realizaron asimismo un vuelo de exhibición.
Estaba previsto que el bombardero Lancaster, una aeronave que entró en servicio en 1942, participara en la demostración, si bien se quedó en tierra después de que el jueves sufrió un incendio en uno de sus cuatro motores.
En la céntrica plaza de Trafalgar, que lucía esta mañana engalanada con banderines y enseñas de las Fuerzas Armadas, la Banda de la Guardia de Granaderos del Ejército británico interpretó diversas piezas de los años 1940.
Las celebraciones de hoy en Londres marcan el final de tres días de actos en el Reino Unido para conmemorar la rendición alemana la noche del 8 de mayo de 1945.
Más de 580.000 soldados británicos y de la Mancomunidad de Naciones, y 67.073 civiles, murieron en el conflicto.
Ayer, las campanas de iglesias y catedrales en todo el Reino Unido repicaron al unísono a las 11.00 hora local (10.00 GMT) para remarcar la ocasión, mientras que por la noche se celebró un concierto en el centro de Londres en el que actuaron, entre otros, Status Quo, Katherine Jenkins y Pixie Lott.