Reino Unido solicitará analizar el informe completo sobre las torturas practicadas por la CIA estadounidense durante los interrogatorios a detenidos por presunto terrorismo, informó hoy el presidente del comité de servicios secretos de la Cámara de los Comunes británica, Malcolm Rifkind. 

Hasta ahora, Londres ha tenido acceso a la versión resumida del informe, hecho público esta semana, pero no al texto completo.

En el análisis, los investigadores llegan a la conclusión de que los métodos de interrogatorio tras los atentados islamistas contra Estados Unidos en 2001 fueron incluso más violentos de lo que se creía hasta ahora.

Pero, además, las autoridades señalan que fueron inútiles, pues no se obtuvo información relevante de ellos. Más de 100 prisioneros fueron golpeados y privados del sueño hasta durante una semana.

Los detenidos en huelga de hambre recibieron "alimentación rectal" de manera denigrante y sin que hubiese una necesidad médica para ello. 

No está claro qué papel jugaron los servicios secretos británicos en estos métodos. El gobierno de Downing Street reconoció hace unos días haber intervenido en la publicación de los hechos, que se hizo de forma parcial, pero no para ocultar responsabilidades sino en interés de la "seguridad nacional". Los agentes británicos nunca torturaron, dijo una portavoz gubernamental.