El primer ministro británico, Gordon Brown, anunció hoy en el Parlamento el envío de otros 500 soldados a Afganistán, que eleva a 9.500 el contingente militar en ese país asiático.
Brown hizo el anuncio poco después de confirmarse que son 221 los soldados británicos que murieron desde el inicio de la campaña afgana, en octubre de 2001.
Varios grupos opositores y antiguerra instaron al mandatario a confirmar el regreso de más tropas de Afganistán.
El primer ministro dio a conocer el envío de más soldados tras la primera sesión de preguntas y respuestas en la Cámara de los Comunes después del receso de verano (boreal).
Brown inició su ponencia con un tributo a las fuerzas británicas, al leer los nombres de 37 militares que murieron en Afganistán desde la última ponencia parlamentaria, a mediados de julio.
Como parte del envío, el jefe del gobierno pidió garantías a los oficiales militares acerca de que las tropas extras estarán bien equipadas para el combate.
"También espera que los aliados de Gran Bretaña en la OTAN sigan el ejemplo y ofrezcan más fuerzas", informó hoy la BBC.
La semana pasada, el portavoz oficial de Brown afirmó que el envío de más soldados a Afganistán estará sujeto a un número de factores como "la posibilidad de enviar el equipamiento correcto, una adecuada estrategia internacional y en particular el tema de la 'Afganización' y compartirse la responsabilidad".
RETIRO INMEDIATO DE LAS TROPAS
El aumento en las tropas se contradice con el sentimiento de los británicos que reclaman el retiro inmediato de los soldados en Afganistán. Así lo señala una encuesta del diario The Times, que revela que un 36 por ciento de los ciudadanos británicos reclama la vuelta inmediata de sus tropas.
La oposición a la presencia militar británica en el país asiático es mayor entre las mujeres, de las que cuatro de cada diez quieren que los soldados vuelvan ya a casa.
Entre los varones aumentó también la oposición a esa intervención militar al pasar en un mes de un 29 a un 32 por ciento el número de quienes reclaman el retorno de las tropas.
El número de caídos británicos en ese conflicto supera ya los 220, 55 en los últimos cuatro meses.
Antes de anunciar en la Cámara de los Comunes el nuevo envío de personal militar, Brown leerá durante el descanso parlamentario los nombres de los 37 soldados muertos allí desde finales de junio hasta esta semana.
El líder laborista reclamará además a los otros aliados de la OTAN que sigan el ejemplo británico y refuercen también sus efectivos en el país asiático.
Mientras tanto, en la encuesta oficial sobre la decisión británica de invadir Irak, varios familiares de los caídos dijeron el martes que el ex primer ministro Tony Blair debería ser llevado al Tribunal de la Haya por "crímenes de guerra".
Sir John Chilcot, el ex funcionario público que dirigirá la encuesta, tuvo que escuchar durísimas acusaciones de los familiares de las víctimas, que calificaron de "ilegal" la decisión de invadir Irak sin la autorización de las Naciones Unidas.