El Reino Unido canceló las licencias para vender componentes militares y otro tipo de equipamiento para barcos de guerra de la Marina Israelí, por su participación en la ofensiva "Plomo Fundido" en la franja de Gaza a principios de año.

Así lo informa hoy el diario Haaretz, que se refiere concretamente a componentes para la fragata lanzamisiles Saar 4.5.

El Ministerio de Exteriores británico informó a la Embajada de Israel en Londres de la decisión hace cinco días a través de un telegrama clasificado, que fue remitido posteriormente al Ministerio de Asuntos Exteriores de Jerusalén.

La decisión del Reino Unido respondería a presiones tanto por parte de miembros del Parlamento británico, como también por organizaciones de derechos humanos.

Este embargo parcial sigue a una revisión de todas las exportaciones británicas en materia de Defensa a Israel, anunciada hace tres meses, agrega el rotativo de Tel Aviv.

En total, afirma el telegrama, el Reino Unido revisó 182 licencias para la exportación de equipamiento militar a Israel, incluidas 35 que tienen como destino la Marina.

Pero finalmente Londres decidió rescindir cinco de esas licencias, todas relacionadas con el Saar 4.5, que incluirían repuestos para los cañones del barco.

Las autoridades británicas alegan que el embargo se produce en respuesta a la participación de estos navíos en la Operación Plomo Fundido, ya que, al hacerlo, violan los acuerdos de seguridad entre el Reino Unido e Israel que clarifican qué uso debe hacerse de los componentes británicos.

La semana pasada los ministerios británicos de Exteriores y Defensa informaron a las compañías relevantes que debían cesar sus acuerdos de armas previstos con la Marina israelí.

De momento, ninguna fuente oficial israelí se ha pronunciado públicamente sobre la cuestión.