David Cameron, Primer Ministro Británico, lanzó hoy una campaña nacional para luchar contra el creciente consumo de bebidas alcohólicas existente en Gran Bretaña, el cual le cuesta al Servicio de Salud británico más de 2.700 millones de libras esterlinas al año (4.244 millones de dólares). Cameron pidió a los bares, pubs, supermercados y al sector productor de bebidas alcohólicas en Reino Unido a hacer más para asegurarse que la población beba de forma responsable.
El jefe del gobierno hizo el anuncio durante una visita a un hospital del noreste de Inglaterra, donde lanzó la campaña contra el "escándalo del alcoholismo" que se vive actualmente en el territorio. Cameron indicó además que evalúa inspirarse en la iniciativa de Estados Unidos y crear celdas especiales que alberguen por una noche a ebrios y personas que se sobrepasan con el consumo de alcohol.
El gobierno británico tiene previsto dar a conocer al final del año una estrategia de lucha contra el alcoholismo en Inglaterra. Según informó la agencia Ansa, a partir del 6 de abril, las autoridades de Inglaterra y Gales impondrán una prohibición para la venta de bebidas alcohólicas a precios muy bajos.
De acuerdo al medio BBC, los ministros británicos esperan ir más lejos con la incipiente estrategia, recomendando implementar un precio mínimo más alto para las bebidas alcoholicas.
Escocia ya ha introducido un un proyecto de ley contra el alcohol, el que podría estar vigente antes del verano europeo (junio o julio), aunque los ministros todavía tienen que establecer un costo mínimo por botella. Los opositores de la medida dicen que la iniciativa es injusta porque busca penalizar a todos los bebedores por igual y no sólo a aquellas personas que causan o tienen problemas.
El actor Daniel Radcliffe, famoso por interpretar al mago Harry Potter, admitió hace algunos meses tener problemas con el alcohol y señaló que los jóvenes socialmente se sienten presionados a beber.
La Asociación Británica de Cerveza y Bares dijo que existía "un gran peligro de que si se aumentan los impuestos al alcohol" el rubro de ellos se vería muy perjudicado ya que la afluencia de público disminuiría y muchos empleados del sector serían "despedidos".