La semana pasada, la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA, por sus siglas en inglés) lanzó una campaña sanitaria que advierte de los riesgos de consumir papas fritas y pan tostado ya que la acrilamida podría causar cáncer.
La acrilamida una sustancia química que está presente en plásticos, papel y también en alimentos como pan y papas fritas, cuando se procesan a más de 120°C.
En Chile, Franco Pedreschi, académico de Ingeniería de la U. Católica ha desarrollado estudios que buscan reducir el potencial cancerígeno de la acrilamida en marraquetas y hallullas tras el proceso de horneado. "La presencia de acrilamida no está regulado. No está demostrado que sea cancerígeno en los seres humanos. Sí se ha visto en animales", dice el investigador.
Pedreschi comenta que la acrilamida tiene poco años de estudios y las empresas productoras si no tienen la presión de una norma, no cambian su proceso productivo por temor a que cambie el sabor de sus alimentos.
Fernando Torres, director de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello, explica que la acrilamida está también presente en el humo del cigarro. Lo que a su juicio debiera ser motivo de mayor preocupación que el pan, por ejemplo.