El relator especial de la ONU para Birmania (Myanmar), el argentino Tomás Ojea Quintana, denunció numerosos casos de violaciones de los Derechos Humanos, al concluir anoche en Rangún una visita de cinco días al país asiático.
"Las reformas en Myanmar siguen avanzando rápido, lo que es un buen signo para el respeto de los Derechos Humanos en Myanmar. Si bien el proceso de reformas avanza en la dirección adecuada, todavía hay errores significativos en los Derechos Humanos que continúan sin ser atendidos", dijo el abogado argentino en un comunicado difundido hoy en Tailandia.
"Yo creo que a medida que transcurre el tiempo es más urgente atender estos errores antes de que arraiguen", añadió Quintana.
El relator especial se reunió durante su estancia con las autoridades nacionales y locales de Birmania, con la oposición, grupos sociales, minorías étnicas, presos y víctimas de los distintos conflictos que padece el país; y además, vistió los conflictos en los estados de Rakhine (oeste) y Kachin (norte).
"El estado de Rakhine atraviesa una crisis profunda que amenaza con propagarse a otras partes del país y tiene el potencial de socavar todo el proceso de reformas", advirtió Quintana.
"Las comunidades musulmana y budista de Rakhine siguen sufriendo las consecuencias de la violencia", apuntó el argentino.
La principal preocupación de Quintana tras su recorrido por Rakhine, donde supervisó las 120.000 personas desplazadas que residen en campamentos de refugiados y las prisiones, fue el trato que recibe la comunidad musulmana por parte de las autoridades y grupos budistas.
"No es posible establecer un diálogo en el que haya respeto mutuo mientras se sigue habiendo discriminación étnica o religiosa", subrayó el relator especial.
Quintana denunció "la brecha existente entre las reformas aprobadas en la capital y la realidad y su aplicación en el terreno", problema que volvió a constatar en el estado Kachin, donde hay 100.000 desplazados por los enfrentamientos entre el Ejército y la guerrilla de la minoría étnica homónima.
En ambos sitios reclamó a las autoridades nacionales y locales un mayor esfuerzo para lograr que la ayuda humanitaria llegue a los damnificados y que cesen las amenazas e intimidaciones a los cooperantes.
Representantes del Gobierno y de la guerrilla kachin tienen previsto volver a reunirse para negociar esta semana en Tailandia.
Birmania comenzó su actual proceso de reformas en 2011, cuando la última junta militar se disolvió y entregó el poder a un gobierno civil afín que comanda el exgeneral Thein Sein, primer ministro en el régimen anterior.
Quintana asumió sus actuales funciones en 2008 y desde entonces ha visitado Myanmar en siete ocasiones, la última el pasado agosto.