A veces robaba hamburguesas en un supermercado. También sobrevivía con becas, préstamos y trabajos de verano. Había que hacer dinero mientras estudiaba inglés en la Universidad de Maine. Un día Stephen King se enteró que su sangre, del grupo A negativo, era cotizada en el mercado de la salud. Así decidió cambiar medio litro por 25 dólares. Además, el narrador estadounidense redactaba trabajos para otros estudiantes y tenía su propia escala de valores. En esos precarios años nacieron múltiples historias. Algunas se quedaron en el camino. Otras mutaron en novelas, guiones, y un puñado se transformó en relatos, que ahora están incluidos en el volumen El bazar de los malos sueños. La colección de 20 cuentos, que acaba de editar en español el sello Plaza & Janés, en 600 páginas, ya está en librerías chilenas.
"Los cuentos exigen una destreza acrobática para la que se requiere una práctica agotadora", apunta Stephen King, de 69 años, al inicio del libro. "Nunca percibo tan vivamente las limitaciones de mi talento como cuando escribo narrativa breve", agrega el autor de reconocidas y premiadas novelas como El resplandor y 22/11/63.
El bestseller, maestro del terror y dueño de una amplia producción, que supera las 40 novelas, comenzó su labor literaria publicando relatos. Cuando era un adolescente la revista Comics Review reprodujo su primera ficción y El umbral de la noche fue el libro que inauguró su serie de títulos de cuentos en 1978.
Esta vez, la mayoría de las historias de El bazar de los malos sueños también fue editada en una primera ocasión en publicaciones periódicas como Granta, Playboy, Esquire y The Atlantic.
Cada cuento viene precedido de su propia introducción, donde King se refiere a aspectos autobiográficos y a los motivos que lo llevaron a escribir.
¿De qué tratan las aventuras de King? ¿Son solo una suma de terror y muerte? "Esta noche vendo un poco de todo: un monstruo que se parece a un coche, un hombre que puede matarte escribiendo tu necrológica, un lector de libros electrónicos que accede a mundos paralelos, y un clásico de toda la vida: el final de la especie humana", señala King, quien hace rato ya es un personaje central de la cultura popular norteamericana instalado en la primera fila.
Hace algunas semanas, a través de su cuenta de Twitter, ridiculizó al presidente de EEUU, Donald Trump, y hace unos días, por la misma red social, aprobó el remake de It, dirigida por Andrés Muschietti. La película, basada en su novela de 1986, que se estrenará en septiembre, es protagonizada esta vez por Bill Skarsgård, quien interpreta al temible payaso Pennywise.
Años luminosos
Fue una obsesión por años. Mientras Stephen King manejaba por la carretera varias veces al mes, en su Ford del 61, entre Orono y Durham, imaginó un relato para un tramo donde había poco tránsito. Era el kilómetro 135. Allí ocurriría un hecho inolvidable, un paisaje que se volvería una pesadilla para quienes llegaran a ese lugar.
Así nació el extenso cuento Area 81, uno de las historias que ha trabajado por más décadas su autor y que abre el volumen de El bazar de los malos sueños. El relato "es uno de mis preferidos", apunta King en el ejemplar, donde las sorpresas siguen. Hay dos poemas narrativos incluidos: La iglesia de huesos y Tommy.
En este último vuelve a los años 60 y describe el funeral de un conocido. "Esta noche me pregunto cuántos hippies murieron en aquellos pocos años luminosos. (...) A veces, por la noche, pienso en los hippies dormidos bajo tierra", escribe.
La mayoría de los cuentos está dedicado. El titulado Una muerte es "en recuerdo" de Elmore Leonard, citando al prolífico autor de novelas policiales fallecido en 2013. Hay otros escritores con historias dedicadas como John Irving y Raymond Carver.
Desde las primeras páginas su autor quiere ser sincero y directo con el lector. "Soy novelista por naturaleza, eso lo admito, y siento especial predilección por las historias largas que crean una experiencia de inmersión tanto para el escritor como para el lector, donde la narrativa puede convertirse en un mundo casi real. (...) Pero las experiencias más breves e intensas tienen también su interés. Pueden ser estimulantes, a veces sorprendentes...", señala King, quien obtuvo por El bazar de los malos sueños el Premio Shirley Jackson a la mejor colección de relatos 2016.
El libro ha alcanzado elogios: hay historias sobre necrológicas que se hacen realidad al escribirlas como en Necros; episodios sobre el fin del mundo en Trueno en verano, o la semilla del diablo que se materializa en Niño malo.
"Al igual que con sus malvados payasos por los alcantarillados o los automóviles endemoniados, una premisa ridícula se convierte en una historia creíble gracias a la verdadera potencia de King: suspender nuestra incredulidad en un arco de 360 grados de brillantes detalles HD", señaló sobre los relatos el diario británico The Guardian.