Son las 17 horas del jueves. Puntuales, una a una comienzan a llegar las jugadoras de la selección chilena a las canchas de Quilín. La lluvia se hace presente. El frío también empieza a calar los huesos, pero los ocho grados no importan. O parecen no importar. La alegría por ser parte de un equipo que estaba literalmente botado y que hoy renace es mayor. Puede más. Quiere más.

Son ganas acumuladas, porque lejos del éxito del que gozó la Roja de hombres, la de mujeres vivió una época de penumbras. Mientras Alexis, Vidal y compañía ganaban dos copas América, su símil femenino no jugó ni siquiera un amistoso en tres años. Nada. Cero. La última vez fue en septiembre de 2014, ante Paraguay. De eso ya han pasado 981 días. Entonces las propias futbolistas comenzaron a presionar. Christiane Endler en estas mismas páginas lo hizo. También crearon la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino. Y motivados por ellas o no, la ANFP respondió.

"Estamos tratando de recuperar el tiempo perdido", dice Arturo Salah a un costado del lugar donde la Roja femenina se alista para el amistoso de hoy (18.00) ante Perú, en el Estadio Nacional. Es el primero de la preparación para la Copa América 2018, que se jugará en Chile y que entrega pasajes para el Mundial, los Juegos Olímpicos y los Panamericanos. Hay demasiado en juego.

Coincidencia o no, el directorio de Salah parece haber entendido la urgencia. Fue por partes. Primero fijo a José Letelier como técnico. Luego ganó la sede de la Copa. Y ahora consigue amistosos. También costea los pasajes de aquellas que militan en el extranjero. Las quieren a todas presentes. Ellas, como hace tiempo buscaban, responden. Entienden que eso es ser profesional. Que es lo que siempre debió ocurrir. "Tenerlas acá demuestra un interés y preocupación para que se hagan bien las cosas", dice Letelier a La Tercera.

"El llamado que hizo en su momento Tiane (Endler) es lo que esperábamos muchas de las jugadoras, porque durante tres años no hemos tenido ningún partido", afirma Yanara Aedo, una de las tres "extranjeras" de la Roja. "Si echamos la memoria hacia atrás hubo muchos problemas con el directorio pasado. Obviamente que provocó este letargo del fútbol femenino y quizás en un momento se sumó la poca preocupación", coincide Letelier. Yanara añade: "Antes no hubo muchos resultados y después hubo mucha inestabilidad en la Federación. Y claro, el fútbol femenino es el que más cuesta y cuando hay inestabilidad o algún problema, va a ser siempre el más afectado".

Salah, eso sí, entiende que no es un problema sólo de Chile: "En general pasa en Sudamérica. En la Conmebol se ha hablado este tema, estamos en deuda con el fútbol femenino respecto al resto del mundo. No sé si será nuestra mentalidad latina, pero es una deuda que tenemos que ir superando".

Y para el técnico de las chicas hay otras aristas que influyen en la indiferencia por la actividad. "El desconocimiento es un factor importante, quizás lo tenemos todos. Yo lo tenía cuando trabajaba sólo con hombres y veía muy de lejos el fútbol femenino y tampoco me llamaba la atención, pero una vez adentro ves que las niñas pueden desarrollar el juego, obviamente con diferencias de biotipo con hombres, pero en términos técnicos y tácticos se desarrollan de manera muy similar", expone. Ese desconocimiento es lo que provoca frustración: "Lo que me molesta es que lo vean casi como un deporte diferente. Creen que es para hombres, eso me molesta, me molesta mucho", dice Aedo.

Letelier, como detalló, se dio cuenta de lo contrario. Que podía trabajar de la misma forma con hombres o con mujeres. Así se nota en las sesiones que desde hace varios días desarrollan en Quilín con sus 21 nominadas. Tres (Christiane Endler y Aedo del Valencia, María José Rojas del Adelaide USC de Australia) vienen del extranjero y son la cara de la profesionalización. "La idea es tratar de contagiar un poco al resto de las jugadoras. Que se den cuenta que hay nivel para salir y jugar en Europa. Que la gente sepa que el fútbol femenino es bastante importante. Que sí se puede vivir de esto", detalla la atacante del Valencia.

Ese vivir impulsó el renacimiento de una Selección que retoma la actividad tras casi mil días. Y la ilusión está intacta. "Hay buenas jugadoras, con mucha experiencia y capacidades", dice el DT. "Es un equipo con el que se pueden conseguir muchas cosas. Es una selección muy fuerte. Si se trabaja, tiene partidos y rodajes, será muy importante. Chile tiene para ir a pelear", cierra Aedo, la carta de gol de la resurrección de la Roja femenina.