El 7 de julio de 2014, Rafael Nadal dejó de ser número uno del mundo. Ese día, las esperanzas de que el español volviera a la cima del tenis comenzaron a hacerse más lejanas, a tal punto de que pocos apostaban a que eso sucedería. Sin embargo, 1.141 días después, la historia es otra y el mallorquín liderará nuevamente el ranking mundial, a partir del próximo lunes.
La posibilidad de que esto ocurriera comenzó a ser inminente luego de que el todavía número uno del mundo Andy Murray anunciara su baja por lesión del Masters 1000 de Cincinnati, por lo que no podrá defender 600 puntos.
Con la ausencia del británico, se vislumbraba en Cincinnati una cerrada lucha entre Rafa (2º) y Roger Federer (3º). Sin embargo, el suizo experimentó molestias en las caderas y en la espalda en la final de Montreal, que perdió ante el alemán Alexander Zverev (7º), lo que le llevó a tomar la decisión de no participar esta semana y guardarse para el US Open. Así, Nadal, que aventaja por 410 puntos a Federer, se transformará en el nuevo número uno.
El sufrimiento de Rafa
Luego de un espectacular regreso en 2013, tras una larga lesión, Rafa dominó el circuito hasta mediados del año siguiente. No obstante, el gran nivel de Novak Djokovic y algunos contratiempos físicos llevaron al manacorí a perder el protagonismo del circuito. Una lesión en la muñeca derecha le impidió defender los títulos de Toronto, Cincinnati y el US Open. Después de eso, se sometió a un tratamiento de células madre en la espalda y fue operado del apéndice.
Nole, quien se perderá el resto de la temporada por un problema en el codo derecho, fue amplio dominador del circuito hasta el año pasado, cuando irrumpió Murray. Ambos tenistas se repartieron los éxitos en los torneos más importantes, en una disputa sin tregua.
Nadal comenzó a acusar el desgaste, haciendo crisis a mediados de 2016, pues debió retirarse en Roland Garros por una lesión en la muñeca, misma dolencia que lo obligó a renunciar a Wimbledon. Incluso, en los Juegos Olímpicos de Río compitió diezmado, lo que le terminaría pasando la cuenta un par de meses más tarde, obligándolo a cerrar su temporada anticipadamente en octubre.
Pero Nadal nuevamente se rebeló ante esa adversidad y encaró este 2017 con la misma ilusión de siempre. Y esa fórmula le dio frutos, porque durante esta temporada ha conseguido 47 victorias y ocho derrotas, lo que le ha permitido ganar cuatro títulos: los Masters 1000 de Montecarlo y Madrid, el Conde de Godó y su décimo Roland Garros, todos en arcilla. A ello suma las finales de Miami y Australia (en ambas perdió ante Federer) y la del ATP de Acapulco.
Para lo que resta de temporada, apenas defiende 280 puntos, mientras que el veterano Roger no tiene que revalidar unidades, por lo que la emoción está garantizada hasta el final de la temporada. Por ahora, el uno vuelve a las manos de Nadal. Sin embargo, queda la sensación de que en esta historia todavía quedan capítulos por escribir.