Los fabricantes de automóviles franceses Renault y PSA Peugeot Citroën devolverán antes de lo previsto cada uno 1.000 millones de euros, unos US$1.272 millones, al Estado francés, una tercera parte de las ayudas que recibieron, según anunciaron hoy en París.

El gobierno galo concedió a cada una de las dos automotrices un crédito de 3.000 millones de euros en abril de 2009, en medio de la crisis bancaria que afectaba al sector.

El pago anticipado de esa parte de deuda permitirá reducir las obligaciones de las empresas, así como gastar menos dinero en el pago de intereses, afirman en el comunicado.

Tras pérdidas millonarias en 2009, las automotrices volvieron a la zona de beneficios en el primer semestre de 2010 y aumentaron en más de una quinta parte sus ingresos gracias a la recuperación mundial del mercado del automóvil.

Renault creció en el primer trimestre del año en todas las regiones y con todas sus marcas, según sus datos. Además de la marca Renault, pertenecen a la firma la marca rumana de automóviles baratos Dacia y el fabricante surcoreano Renault Samsung Motors.

Además, participa en el fabricante ruso Avtovaz, de Lada, y en primavera firmó una cooperación con Daimler en el sector de los automóviles pequeños y el intercambio de motores.

El año pasado Renault registró pérdidas de más de 3.000 millones de euros, mientras la ventas cayeron casi un 11% respecto al año anterior a unos 34.000 millones de euros.

El Estado francés es el mayor accionista de Renault y suele actuar cuando están en peligro puestos de trabajo en Francia.
Peugeut, por su parte, vio también reducidos sus ingresos en casi un 11% a 48.000 millones de euros y registró números rojos por 1.200 millones de euros en 2009.