En la Argentina de Cristina Fernández de Kirchner los inversores aceptan rendimientos negativos en los bonos en dólares a menor plazo conforme la inflación más rápida del mundo destruye el valor de sus pesos.
La prohibición gubernamental de comprar moneda extranjera ha impulsado este año más de un tercio el valor de los bonos 2013, a 650 pesos cada US$100. En momentos en que la paridad oficial es de 4,63 pesos por dólar, los inversores perderán 23 % en moneda local si conservan los bonos hasta su vencimiento el próximo septiembre, según el Mercado Electrónico Abierto de Buenos Aires. Los bonos argentinos en dólares tienen un rendimiento promedio de 11,65 %, el más alto de América Latina, según JPMorgan Chase Co.
Los valores han aumentado desde la reelección de Fernández en octubre. La mandataria instrumentó medidas para mantener los dólares en el país y revertir la declinación de las reservas del banco central en los 12 meses que finalizaron en julio, que fue la mayor desde el impago récord de US$95.000 millones de Argentina en 2001. Los inversores usan los bonos para conseguir dólares como refugio de la inflación, que los economistas estiman es de 24 %, y de una posible aceleración de la depreciación de la paridad oficial del peso argentino.
"En definitiva, se trata de compra de dólares a un precio muy alto", dijo en entrevista telefónica Ezequiel Aguirre, un estratega de Bank of America Corp. en Nueva York. "Pero es evidente que la gente opta por pagar más porque es una de las pocas alternativas que le quedan".
En la llamada operación "contado con liquidación", que los inversores usan para comprar dólares mediante la adquisición local de activos en pesos y su venta en dólares estadounidenses en el exterior, el peso se ha debilitado 25 %, a 6,4219 por dólar, desde la reelección de Fernández, según un índice de Bloomberg que usa diferencias de precios entre acciones argentinas y sus certificados negociables estadounidenses, ADR por la sigla en inglés.
El peso oficial se debilitó 9,1 % contra el dólar en el mismo período.
Pronóstico sobre el peso Fernández ha exigido que toda compra de moneda extranjera cuente con la aprobación del organismo impositivo del país. En julio, el organismo dio a conocer una lista de razones aceptables para comprar dólares que no comprende el ahorro ni la compra de bienes raíces, que tradicionalmente se ha negociado en moneda estadounidense.
Se estima que el peso se debilitará 12 % para el primer semestre de 2013, según 13 economistas que consultó Bloomberg.
Legisladores opositores difundieron ayer estimaciones de economistas privados que indican que los precios al consumidor aumentaron 24,2 % en agosto respecto de igual período del año pasado. El instituto nacional de estadísticas, que dijo que la inflación anual fue de 9,9 % en julio, dará a conocer su informe de precios de agosto el 12 de septiembre.
A los inversores locales que buscan refugio de la inflación les convendría más comprar valores vinculados al dólar que los bonos en dólares a corto plazo, según Leonardo Bazzi, jefe de análisis de la agencia corredora Puente Hermanos SA de Buenos Aires. Los bonos vinculados al dólar se ajustan con la paridad cambiaria oficial y también pagan interés, dijo.
"Aún hay algunos bonos en dólares con rendimiento positivo, como por ejemplo parte de la deuda provincial", dijo Bazzi. "Los mejores son los bonos vinculados al dólar porque ofrecen vencimientos más cortos y tasas de interés más altas. Eso es mucho más atractivo que un bono con rendimiento negativo".
El precio del peso para los bonos en dólares a 2013 refleja "las limitaciones que tienen los inversores para obtener dólares y lo que están dispuestos a pagar", según Daniel Chodos, un estratega de mercados emergentes de Credit Suisse Group AG.
Chodos recomienda a los inversores internacionales la compra de valores con vencimiento en 2013 y 2015 porque la demanda de los inversores locales que los usan para acceder a dólares continuará impulsando sus precios.