Había textos inacabados, relatos dispersos, ideas para guiones de teleseries, etc. En el computador del fallecido escritor René Arcos Levi también había un libro de cuentos totalmente listo, titulado Cuestión de tiempo y firmado por un tal Tonio Heine. Nadie sabía quién era. Podía ser un texto de cualquiera, pero después de una investigación, Larissa Contreras, guionista y amiga del escritor, terminó convencida: era un seudónimo. Ese volumen de cinco relatos era el tercer libro que Arcos Levi nunca llegó a publicar.
Quien encontró el texto fue Marco Tapia, primo político del autor, que después de su muerte, el 26 de mayo de 2011, estuvo tres días ordenando su departamento en Santiago. También buscaba huellas de estos escritos de los que siempre le habló Arcos Levi. Según cuenta, habrían relatos para posiblemente tres libros en el computador, además de una serie de libretas con apuntes.
Lo primero en ver la luz de ese material será Cuestión de tiempo, que será lanzado el jueves 22 de agosto en el GAM por Oscar Contardo, Nona Fernández y Alejandro Cabrera. Publicado por Ediciones de la Lumbre, el volumen aparece a 12 años de la novela Después de todo, segundo libro que Arcos Levi publicó. El último.
Nacido en Puerto Montt en 1964, publicó su primer libro, Cuento aparte (1994), en plena ebullición de la narrativa chilena en los 90. Aunque con la crítica de su parte, Arcos Levi desvió su carrera a la escritura de guiones de teleseries como La fiera, Romané y Amores de mercado. También estuvo a cargo de los guiones de las películas Historias de fútbol y La fiebre del loco, de Andrés Wood. Murió con 46 años, a causa de un derrame en la vesícula.
"En televisión he trabajado en proyectos que no son de mi autoría; en lo literario, en cambio, hay un impulso absolutamente personal, cuya finalidad no tiene que ver con la recepción masiva", dijo en 2001 el autor.
Ilustrado con dibujos del mismo autor, Cuestión de tiempo es un volumen de historias de relaciones fracturadas, protagonizados por solitarios, casi siempre homosexuales. En el primer relato, un hombre tiene un accidente que lo deja ciego, pero lo más duro es la partida de su mejor amigo. En el relato Lía, un director de cine recibe un llamado desesperado de su hermano: acaba de matar a su mujer y se suicidará. En el que da título al libro, un ataque de celos termina en un crimen.
Sutil e irónico, Arcos Levi deja hablar a todos los personajes, exponiendo las interrogantes y malos entendidos que dan forma a una cotidianidad arbitraria y, a veces, absurda. Como anota Larissa Contreras en el prólogo, los relatos de Cuestión de tiempo ponen de relevancia "que las preguntas acerca del amor, el abandono y la muerte son más trascendentes que las respuestas".