Una dura sanción fue la que resolvió aplicar la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), liderada por Cristian Franz, contra Pascua Lama. Por segunda vez desde la creación de la nueva institucionalidad ambiental, la SMA decretó la clausura de la faena, a lo que sumó una multa de US$ 11,5 millones. Pese a ello, desde la minera Barrick, gestora del proyecto, explican que esto no altera su plan de construir una mina subterránea, muy distinta a la propuesta original. Aun así, plantean sus reparos a la resolución de la SMA, que creen contiene "ciertas incongruencias".
¿Cómo recibieron la sanción?
La resolución viene de un proceso de hace tiempo, 2013. Nosotros sabíamos que había avances y estábamos esperando su conclusión. Es una resolución de 2.000 páginas, casi 6 mil sumando los anexos. Estamos revisándola.
¿Qué lectura preliminar hacen?
Allí aparecen situaciones que son a nuestro juicio gravosas, como la clausura total y definitiva de la faena minera, que tenemos que ver bien qué significa. La sanción, por ejemplo, aumenta las exigencias de monitoreo, pero por otro lado nos clausura. Nosotros estamos con una RCA vigente que exige obligaciones ambientales como el tratamiento de agua, y tenemos que ver qué significa eso: compatibilizar las obligaciones de clausura con las actividades que hacen y que se exigen. Eso parece una incongruencia.
¿Qué viene ahora?
Tenemos que aclarar con la autoridad, lo antes posible, cómo se lee y cómo se entiende ese cumplimiento que se nos exige con la clausura de la faena, que es algo que asoma con cierta congruencia.
¿De qué depende que se materialice la alternativa subterránea, que es en la que ahora están trabajando?
Hoy estamos en análisis, que es bastante complejo y que abarca también un proceso de diálogo con la comunidad, que va a ir avanzando en el tiempo para que después la compañía pueda tomar una decisión de cómo avanzar en un proyecto de minería subterránea. Es difícil hablar de plazos, nosotros estamos haciendo un esfuerzo muy grande para ir tomando decisiones. Hemos aprendido de la historia, hoy esta es una empresa que ha cambiado su visión, ha tenido un giro importante, tenemos una visión nueva. Hemos actuado con responsabilidad y con una visión muy diferente de cómo tenemos que avanzar. Nosotros hablamos de una nueva Pascua Lama, pero a ese concepto hay que ponerle sustancia y demostrar que estamos haciendo las cosas distintas. Para nosotros eso es clave.
¿En qué se refleja eso?
Nosotros no estamos haciendo hoy un proyecto bueno para la compañía solamente, sino que ser un aporte, buscar compartir beneficios, asociarse con el entorno social que rodea el proyecto.
Eso es fundamental hoy para la compañía.
En el diseño del nuevo proyecto, ¿se tomará en cuenta la visión de las comunidades?
Por supuesto. Nosotros estamos desde hace tiempo conversando con las comunidades. Es una de las lecciones aprendidas más importantes. No podemos desconocer la historia, que es muy clara de desencuentros. Hoy lo estamos haciendo de forma muy diferente, incorporando su visión, sus aprensiones, sus temores, en el proyecto. No es casualidad que hayamos pensado en una mina subterránea como alternativa. Sus impactos son mucho menores, por ejemplo en el ámbito del agua. Eso es porque hemos venido escuchando y aplicando el aprendizaje.
¿Entonces el proyecto no se hará si no cuenta con la venia de todos los actores?
Nosotros tenemos como compromiso hacer un proyecto que cuente con el apoyo de la ciudadanía, de la autoridad, que sea una buena noticia para Chile. Que sea algo en que no generemos una situación conflictiva. Esa es la visión no sólo de Barrick, sino que de la minería en general. Hoy es esencial para nosotros contar con un apoyo legítimo, que derive de un proyecto que incorpore la visión de la comunidad. Es un proceso que requiere cercanía y diálogo.
¿No sienten que falta un mea culpa de lo ocurrido antes?
Creo que todos hemos aprendido la historia. Puede que haya actos más o menos públicos, pero nosotros hemos reconocido que cometimos errores en el pasado y que obviamente todo ha cambiado, el mundo, la compañía, el proyecto. Actos públicos más o menos, aquí hay un proceso de reconstrucción de diálogos y confianzas. Yo no descarto ninguna acción, pero creo que hoy estamos satisfechos de lo avanzado, pero falta mucho, y tenemos la convicción de que este es el camino.
¿El proyecto a rajo abierto no es viable?
No estamos trabajando en esa línea.
¿Es decir, si el proyecto se hace sólo será bajo la alternativa subterránea?
Exactamente.