"Vamos a respetar los resultados, sea No o Sí, vamos a respetar la democracia", prometió el Presidente Evo Morales pocas horas antes de que los resultados finales del referendo de febrero de 2016 mostraran el rechazo de los bolivianos a una reforma constitucional que le permitiera optar a una nueva reelección. Aunque finalmente el No se impuso con el 51,3% de los votos, frente al 48,7% del Sí, Morales prometió entonces que "la lucha sigue".

Y es eso lo que el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) pareciera estar haciendo ahora, al buscar habilitar de nuevo a Evo Morales como candidato presidencial. Para ello, planteó cuatro alternativas: la primera es activar una iniciativa popular con firmas de la población, la segunda una ley de la Asamblea Nacional, la tercera una interpretación constitucional y la cuarta la renuncia de Evo.

Esta última opción es la que más debate ha generado en las últimas semanas. En una entrevista televisiva, el actual Vicepresidente Alvaro García Linera dijo que sería "un honor" y un "privilegio de vida" asumir la Presidencia del país durante seis meses si ese fuera el mecanismo usado por el gobierno para permitir una nueva reelección de Morales. "En la medida en que no ha cumplido su mandato Evo y ya hay una nueva Presidencia, Evo queda habilitado automáticamente para ser candidato y presentarse a las elecciones en diciembre de 2019", aseguró.

Uno de los defensores de esta opción es el procurador general, Héctor Arce, quien apela al siguiente criterio para justificar la habilitación de Evo Morales a la reelección a través de la renuncia: "Para que un período constitucional sea considerado como tal debe cumplirse en su integridad; si no ocurre aquello no es considerado como un período constitucional". Y para graficarlo recordó que en los 80 Hernán Siles Zuazo acortó un año su mandato constitucional y su Vicepresidente, Jaime Paz Zamora, fue habilitado para postular, a pesar de que la Constitución lo prohibía.

Pero el propio Paz Zamora salió a refutar el argumento de Arce. Así, aclaró que su habilitación para ser candidato a la Presidencia en 1985 se dio en medio de "una crisis de conspiración contra nuestro gobierno de la Unidad Democrática y Popular (UDP). No tiene nada que ver con la actual situación", enfatizó. "Lo que me preocupa es que un hombre tan inteligente como Arce esté prestándose para confundir a la opinión publica con ese tipo de argumento", dijo al diario Página Siete.

En la misma línea, el analista político y ex parlamentario de oposición, Carlos Börth, criticó las cuatro alternativas que el MAS baraja para habilitar a Evo Morales, en especial su eventual renuncia. "De las cuatro vías que han planteado es la más absurda incomparable e inaplicable", aseguró.

Tras estudiar las cuatro propuestas del MAS, el analista y abogado constitucionalista William Bascopé llegó a la conclusión de que todas son inconstitucionales. "Hay que ser bien claros (...) ninguna de ellas tiene fundamento legal y más bien de manera arbitraria, violan lo establecido en la Constitución", concluyó.