Su primera víctima política se cobró el conflicto de las fuerzas de seguridad argentinas que estalló la semana pasada. Se trata de Raúl Garré, jefe del gabinete de asesores del Ministerio de Seguridad que encabeza su hermana, Nilda Garré.

La renuncia de Raúl Garré, considerado por analistas locales como el ideólogo del decreto que derivó en los ajustes salariales que detonaron la protesta de Gendarmería y Prefectura (guardacostas), fue publicada hoy en el Boletín Oficial del Estado.

La inédita protesta de efectivos de los dos principales cuerpos de seguridad del país estalló por una reordenación de sueldos que se tradujo en recortes de entre el 30 y el 60 por ciento en la remuneraciones de septiembre.

DURO GOLPE
La renuncia supone un duro golpe para Nilda Garré, cuya gestión ha sido intensamente cuestionada por su manejo de los temas relacionados con la inseguridad y por la inédita crisis abierta con Gendarmería y Prefectura.

La ministra, considerada hasta ahora una de las mujeres fuertes del kirchnerismo, fue titular de la cartera de Defensa, impulsó los juicios a responsables de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura y promovió una importante renovación de altos mandos del Ejército y la Armada.

El conflicto con las fuerzas de seguridad entró hoy en su noveno día después de que el Gobierno rechazara el martes las principales demandas de los efectivos, un mínimo salarial de 7.000 pesos (unos 1.100 euros) y garantías de que no habría represalias contra los participantes en las movilizaciones.

El Ejecutivo reconoció que no puede asumir el reclamo salarial, denunció irregularidades administrativas en ambos cuerpos y adelantó que habrá denuncias penales.

Hasta ahora, según voceros de los agentes, han sido sancionados al menos ocho participantes en las protestas, que provocaron la pasada semana el relevo de 20 generales de las cúpulas de Gendarmería y Prefectura.