El secretario de Transporte argentino, Juan Pablo Schiavi, renunció hoy al cargo por la tragedia ferroviaria que dejó 51 muertos y más de 700 heridos el pasado 22 de febrero, informaron medios locales.
La de Schiavi era una renuncia anunciada tras el aluvión de críticas, tanto de la oposición como de las filas del oficialismo, que recibió por sus comentarios sobre el accidente de tren.
Horas después del siniestro, Schiavi atribuyó su magnitud a la sobrecarga de pasajeros en los primeros vagones y comentó que en un día feriado el número de muertos habría sido menor.
El ya ex secretario de Transporte, que se recupera de la operación de corazón a la que se sometió el día 29, tiene prohibido salir del país en razón de una orden dictada por el juez que investiga las responsabilidades del siniestro, Claudio Bonadío.
El gobierno, que se presentará como querellante en el proceso judicial, ha intervenido la empresa concesionaria del servicio de cercanías que sufrió el accidente, Trenes de Buenos Aires (TBA), propiedad de los hermanos Cirigliano, uno de los grupos de transporte más poderosos del país.