El primer ministro polaco, Donald Tusk, anunció hoy la renuncia del ministro de Defensa, Bogdan Klich, tras las conclusiones de la comisión investigadora sobre el avión que se estrelló en abril de 2010 en Smolensk, Rusia, que causó la muerte del entonces presidente Lech Kaczynski, su esposa, gran parte de la cúpula política, militar y religiosa de Polonia, en total 96 personas, que se encontraban a bordo del aparato.
Los resultados de la comisión de investigación tras diez meses de trabajo apuntan a errores en los controladores rusos y a deficiencias en el aeródromo, pero también a carencias en el entrenamiento y preparación de los pilotos del avión presidencial, un Tupolev 154M del Ejército del Aire polaco.
"La fiscalía decidirá sobre potenciales culpables", explicó Tusk, quien recordó que, entre otros puntos, el informe recoge la falta de adecuada cooperación entre los miembros de la tripulación y una reacción tardía a los avisos del sistema automático que alertaba a los pilotos de que volaban demasiado bajo.
En las conclusiones del informe se descarta la posibilidad de atentado terrorista como causa de la colisión, tal y como mantienen destacados miembros del partido conservador Ley y Justicia, al que pertenecía Kaczynski, que no dudaron hoy en calificar de "falsos" los resultados del documento, que calificaron de "propaganda rusa".
Para Antoni Macierewicz, parlamentario de Ley y Justicia, los resultados de la investigación son un "escándalo" porque si se leen detenidamente parece que sólo Polonia fue responsable de la tragedia, dijo, ya que se minimiza la culpa rusa.
En el informe elaborado meses atrás por las autoridades rusas se apuntaba exclusivamente a un error de los pilotos y a las malas condiciones meteorológicas como las causas del siniestro del Tupolev.