Los vendedores de diarios en Buenos Aires que habían bloqueado durante el fin de semana las plantas de distribución de los diarios Clarín y La Nación, los de mayor circulación en Argentina, finalizaron la medida este domingo.
Los manifestantes, que reclaman a las editoriales obtener un mayor porcentaje de ganancias por la venta de las publicaciones, impidieron hasta poco después del mediodía la salida de los camiones de distribución de periódicos, apostados a las puertas de las plantas impresoras del barrio porteño de Barracas (sur).
Mediante un comunicado, la Asociación de Entidades Periodísticas (Adepa) condenó el bloqueo y reclamó la intervención de la fuerza pública.
"Bloquear la salida de diarios y revistas, aún cuando se haga en el marco de una protesta, es una forma evidente de censura, al impedir que la información llegue a la ciudadanía. Hacerlo con la tolerancia explícita de los poderes públicos es doblemente grave", dijo Adepa.
Los llamados "canillitas" mantuvieron cerrados sus kioscos de ventas de diarios y revistas en la capital argentina en el marco de una huelga este fin de semana, y amenazaron con repetir la medida el próximo fin de semana. "Debido al bloqueo, los ejemplares de La Nación no podrán ser distribuidos a los puntos de venta establecidos", informó el periódico en su sitio de Internet.
Ayer los manifestantes habían levantado el bloqueo al cabo de cinco horas, lo que permitió a ambos periódicos poner sus ediciones en la calle a través de canales de distribución de emergencia para sortear la huelga.
El titular del sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas, Omar Plaini, advirtió que sus representados "están indignados" y que la medida de fuerza podría repetirse el fin de semana próximo.
"Vamos a acompañar a nuestros compañeros en una asamblea el próximo viernes y, si no se accede a nuestro reclamo antes, va a haber un plan de lucha que va a profundizar lo que hoy estamos realizando", dijo Plaini a Radio América.
Según datos del sindicato, en Argentina hay unos 27.000 vendedores de diarios, de los cuales 7.000 trabajan en Buenos Aires y su periferia.