Las potencias mundiales se están quedando sin tiempo para recortar el uso de combustibles fósiles altamente contaminantes y mantenerse bajo los límites acordados por Naciones Unidas que serán aprobados la semana próxima.
Funcionarios gubernamentales e importantes científicos climáticos se reunirán en Berlín del 7 al 12 de abril para revisar el borrador de 29 páginas, que también estima que el cambio necesario a energías de baja emisión de carbono costaría entre el 2 y el 6 por ciento de la producción mundial para el 2050.
Asimismo, dice que los países deberán recortar fuertemente sus crecientes emisiones de gases de efecto invernadero para mantener la promesa hecha por casi 200 países en 2010 de limitar el calentamiento global a menos de 2 grados centígrados sobre la temperatura en los tiempos previos a la industrialización.
El reporte indica que las temperaturas ya han subido unos 0,8 grados centígrados desde 1900 y, con las tendencias actuales, superarán el techo de 2 grados en las próximas décadas.
"La ventana se está cerrando rápidamente respecto de la meta de 2 grados", dijo Johan Rockstrom, jefe del Stockholm Resilience Centre y experto en riesgos para el planeta a causa de las olas de calor, inundaciones, sequías y aumento del nivel del mar.
"El debate está cambiando a 'quizás nos podamos adaptar a 2 grados, quizás a 3 o incluso...", dijo Rockstrom a Reuters. Rockstrom no se encuentra entre los autores del borrador.
Las alzas elevarían fuertemente los riesgos para el suministro de agua y alimentos, además de generar daños irreversibles como deshielos en Groenlandia, según reportes de la ONU.
El borrador, al que Reuters tuvo acceso, ofrece sugerencias para recortar las emisiones y fomentar la energía de bajo carbono, que incluye fuentes renovables como la energía solar, eólica e hídrica, además de combustibles fósiles "limpios", cuyas emisiones de carbono son capturadas y enterradas.
También dijo que esas fuentes de bajo carbono representaron el 17 por ciento del abastecimiento energético total del mundo en 2010, lo que tendría que triplicarse -al 51 por ciento- o cuadruplicarse para el 2050, según la mayoría de los escenarios revisados.
Con ello, los combustibles fósiles de alto nivel de contaminación dejarían de ser la principal fuente de energía para mediados de siglo.