Todavía falta más de un año para las elecciones en las que se elegirá al sucesor de Barack Obama en noviembre de 2016, pero la carrera por la Casa Blanca ya comenzó para el opositor Partido Republicano. Quien logre la candidatura republicana se enfrentaría a la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton.
Pese a que ninguna de las cartas republicanas ha anunciado oficialmente su candidatura, sí han expresado su intención de competir en las elecciones primarias del partido, que arrancarán a comienzos del próximo año.
Hasta ahora, los posibles postulante más fuertes son Jeb Bush, ex gobernador de Florida y hermano del ex presidente George W. Bush, y Mitt Romney, ex gobernador de Massachusetts, quien enfrentó a Obama en las elecciones presidenciales de 2012.
Pero también han deslizado su idea de participar en la contienda otras conocidas figuras dentro del partido. Tal es el caso de Chris Christie, gobernador de Nueva Jersey, quien no representa precisamente el perfil más conservador de los republicanos. Dentro del ala menos moderada y más ligada al Tea Party figuran el senador Marco Rubio y Rand Paul. Además, está el ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee, quien compitió sin éxito en las primarias republicanas de 2008.
Según dijo a La Tercera el analista político John Pitney, del Claremont McKenna College, tanto Bush como Romney tienen una carrera reconocida entre los republicanos, por lo que "no solo tendrían el beneficio de la identificación, sino que también tendrían el apoyo por parte de los votantes conservadores. Además, ambos son capaces de conseguir dinero para sus campañas".
En cuanto al resto de los aspirantes, Pitney plantea que "el gobernador Christie está interesado en postularse para Presidente, pero no tendría oportunidad de ganarle a los candidatos más tradicionales, como Bush o Romney. El resto de los candidatos son poco atractivos para los republicanos, por lo que no representarían ningún peligro" para los dos favoritos.
En medio de esta incipiente contienda, Bush y Romney sostendrían una reunión anoche en Utah. No estaba del todo claro el tono del encuentro. Cercanos a Romney dijeron que sólo se trataba de un evento social, pero la prensa estadounidense ha especulado con la posibilidad de que ambos lleguen a un acuerdo y eventualmente unan fuerzas.
En una encuesta realizada por la cadena CBS entre votantes republicanos, Bush concentra un 50% de aprobación y 27% de rechazo. A su vez, Romney tiene 49% de imagen positiva y 26% de desaprobación.
Si bien su vínculo familiar podría afectarlo en algunos sectores, por el recuerdo de la gestión de su hermano, Bush tendría cierta llegada entre la comunidad latina al estar casado con una mexicana. Además, su posición más moderada podría generarle apoyos.
Pero tanto Bush como Romney están lejos de Clinton en las encuestas. Un sondeo del diario The Washington Post señaló que la carta demócrata aventaja a ambos por 10 puntos.