Con extremas de doce grados bajo cero durante la madrugada, este domingo Chile Chico tuvo un despertar amargo. Sus habitantes aún están en la incertidumbre sobre las condiciones internas y cómo finalmente se recuperará a Jorge Sánchez y Enrique Ojeda, quienes quedaron atrapados bajo el lodo, a 203 metros de profundidad.

Ayer se conoció que el nivel 55, donde habrían estado los mineros al momento del derrumbare, estaba completamente inundado, lo que disminuye las posibilidades de encontrarlos con vida.

No obstante, la búsqueda continúa. Felipe Matthews, geólogo que participa en el rescate, explicó durante la tarde de ayer que "partimos con dos sondajes diamantinos, dirigidos a la zona especifica del refugio, ubicada en el nivel 71. Hemos subido en cota, para ver si han cambiado las condiciones de agua y lodo".

Respecto a cómo se proyecta las faenas de aquí en adelante, el General Fernando San Cristóbal, jefe de la zona de catástrofe, señaló que "la estrategia están establecidas. Tenemos varios frentes de acción. Esto no se agota. Seguimos con los sondeos. A partir de mañana (hoy) se apuntan hacia el sector del refugio y tenemos otras alternativas en busca de los trabajadores".

La ministra de minería, Aurora Williams, presente en la zona, agregó que "el mandato que tenemos es el de la Presidenta que es seguir con los frentes de trabajos comprometidos, cualquier colaboración que permita hacer otra gestión, nosotros vamos a estar disponibles", dijo.

Propuesta de mineros

Una de las alternativas que el sindicato propondrá a la empresa y autoridades corresponde a la presencia de una empresa norteamericana que maneja buzos especialistas en el ingreso a cavernas con autonomía, y un motor de impulso para introducirse hasta 2 km de distancia.

"Ellos podrían ingresar a la mina, primero ubicarlos y después sacarlos, sin tener que esperar a que se saque toda el agua de la mina", señaló Ariel Keim, secretario de sindicato de mineros de Cerro Bayo.

Keim además dijo que existe otro grupo aeroespacial, que trabaja para la Nasa, que estaría dispuesto a venir con un robot de exploración sumergible que funciona con sonares, "por lo tanto podría dar información sobre accesos en aguas turbias como las que hay bajo la mina. Obviamente este es el robot que andábamos buscando", sostuvo.

"El robot podría ubicar a nuestros compañeros y después entrarían los buzos. Dentro de las gestiones que hicimos hoy ellos vendrían gratis a ayudar y solo habría que colocar la logística", agregó.

Los compañeros de los mineros atrapados harán la propuesta a las autoridades, mientras se sigue con los planes oficiales para poder encontrar a los trabajadores

Día y noche

Pese a que ya se tiene la certeza de que el nivel 55 no mantenía una bolsa de aire que permitiera a los mineros tener más oportunidades de sobrevivir, las labores de sondaje continuaron durante la noche y la jornada de ayer, así como los trabajos para desviar uno de los afluentes de la laguna y tratar de sacar el agua hacia cauces cercanos.

Sin embargo, por su magnitud, disminuir su nivel de agua para que baje el rango de la mina, hace de las labores de búsqueda una tarea titánica que podría extenderse por varias semanas, o incluso meses. Se calcula que son 1 millón 600 mil metros cúbicos de agua los que ingresaron al yacimiento. "Calcular el tiempo exacto no se puede, pero sí sabemos que va ser una maniobra que va a involucrar trabajos de varias semanas, incluso se puede hablar de meses", señaló el secretario del sindicato de mineros de Cerro Bayo, Ariel Keim.

"La nieve nos perjudica enormemente porque significa que hay más agua en la misma laguna, en las laderas de los cerros y quebradas que nos ocupa espacio que necesitamos. Y si no se desagua la laguna, la mina estaría llenándose permanentemente".