Un grupo de buzos recuperaron el domingo un cuarto cadáver, mientras los investigadores navegaban por el río Hudson en busca de más restos del helicóptero y de la avioneta que ayer chocaron en el aire, causando la muerte de nueve personas.
El grupo de investigación prosiguió también con la búsqueda de fotografías y videos del accidente que vieron miles de personas mientras disfrutaban de un soleado día de verano.
Nueve personas murieron en el accidente del sábado, tres que iban en el avión privado, así como cinco turistas italianos y el piloto del helicóptero de la empresa Liberty Tours. Entre las víctimas había tres adolescentes.
Uno de los italianos era un hombre que festejaba el 25° aniversario de su boda, informó un amigo de la familia. Su esposa se quedó en tierra, pero su hijo de 16 años estaba en el helicóptero con él.
El cuarto cuerpo era sólo un torso incrustado en el fuselaje del helicóptero y fue recuperado el domingo al mediodía, informaron dos funcionarios, quienes hablaron bajo condición de permanecer en anonimato, pues no todos los cadáveres han sido recuperados o identificados.
POSIBLES CAUSAS
La presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, Debbie Hersman, dijo que el piloto de otro helicóptero que volaba cerca en el momento del accidente vio al avión aproximándose al helicóptero impactado e intentó prevenir a su piloto.
"Le habló por radio al helicóptero que sufrió el accidente y le dijo: 'Tienes un ala fija detrás de ti', pero no hubo respuesta del piloto", dijo Hersman.
Entonces el piloto vio cómo el ala derecha del avión chocó con el helicóptero, ambas aeronaves cayeron separadamente en el río, al sur del estrecho donde un avión de US Airways acuatizó exitosamente hace siete meses. En esta ocasión, sin embargo, no hubo un milagro.
El alcalde Michael Bloomberg dijo que el tras el choque aéreo era prácticamente imposible que hubiese supervivientes.
El domingo por la mañana los botes de la policía de Nueva York circundaban las boyas que marcaban el sitio donde estaba hundido el fuselaje del helicóptero, a unos 100 metros del puerto de Hoboken, una ciudad en el estado de Nueva Jersey, pero los restos del avión aún no habían sido encontrados.