Exceso de TV, comida calórica, más traslados en auto y menos tiempo de juego al aire libre están haciendo que los niños de hoy no sólo tengan menos resistencia física que sus padres a su misma edad, sino que posiblemente sean más enfermos que ellos en la adultez.

Así lo revelan los datos de un estudio, aún no publicado, pero presentado ayer en las sesiones científicas de la Asociación Americana del Corazón que se realiza en Dallas (EE.UU.) y que demostró que la salud cardiovascular de los niños está empeorando en todo el mundo y que incluso es peor que la que tenían sus propios padres, hace 30 años.

Para demostrarlo, los expertos de la Escuela de Ciencias de la Salud de la U. de Australia del Sur, revisaron 50 estudios publicados entre 1964 y 2010, que daban cuenta de la aptitud física de los estudiantes en 28 países. Las muestras abarcaron 25 millones de niños entre nueve y 17 años.

¿El resultado? La resistencia cardiovascular de los menores -correr durante un tiempo determinado una distancia entre 800 metros y dos kilómetros- es peor que hace 30 años. En promedio, los niños hoy son 15% menos aptos desde el punto de vista cardiovascular, que sus padres cuando eran jóvenes. Es decir, tienen menor resistencia física y ésta ha bajado 5% por década. En EE.UU. la cifra se eleva a 6% por cada década.

Lo anterior significa que si hoy corrieran juntos un niño de hace 30 años y uno actual, el segundo demoraría un minuto y medio más en llegar a la meta.

Grant Tomkinson, autor del estudio y profesor en la U. de Australia del Sur, dijo a La Tercera que tener menos habilidad para hacer ejercicio de larga duración o recorrer largas distancias, "hace que de adulto estos niños tengan más probabilidades de ataques cardíacos y presión arterial alta, entre otros males".

Para Tomkinson hay dos razones que explican el fenómeno: "los niños de hoy son más gordos y es más difícil para ellos hacer ejercicios de larga duración, como nadar. Además, vivimos en una época donde es difícil ejercitar. Es más probable que los vayan a dejar al colegio en auto y no que se vayan caminando o en bicicleta", dice.

En Chile la situación no es mejor. Un estudio de la U. Católica del Maule entrega algunas pistas. Analizó la condición física de 3.500 niños de 11 años de esa región -en 1997 y 2007-, a través de varias pruebas (abdominales en un minuto, tocarse la punta de los dedos de los pies, salto a pies juntos y carrera con diferente intensidad). En el test que mide flexibilidad, fuerza y resistencia cardiorrespiratoria, los niños en 2007 obtuvieron peores resultados que los de una década atrás.

José Herrera, director de la carrera de entrenador de deporte y actividad física del Instituto Nacional del Fútbol, dice que el sedentarismo de los niños es el gran culpable de estos pobres resultados.

El problema, afirma, es que como están en peores condiciones físicas, los directivos de los colegios, apoderados y hasta los mismos profesores de educación física les exigen menos, porque no quieren tener niños lesionados o enfermos. "Cuando yo era niño, hacíamos el test de Cooper, corríamos 12 minutos y nos medían capacidad aeróbica. Ahora los hacen caminar 2 km".

Sergio Galdames, profesor de Educación Física de la U. de Playa Ancha comparte la mirada. "Vemos que los adolescentes hacen una carrera continua de 10 minutos y terminan con ventilación exagerada, enrojecimiento de la cara y aumento de temperatura, índices que muestran que con ese ejercicio llegan a su límite cardiorrespiratorio", señala.