Ignorando el ultimátum hecho por el Presidente interino de Ucrania, Aleksandr Turchinov, en el que instaba a separatistas prorrusos a deponer las armas y abandonar los edificios públicos que se han tomado, un grupo de rebeldes levantó barricadas en varias ciudades con población mayoritariamente de origen ruso. "Nos mantenemos en nuestros puestos", dijo el portavoz de los activistas en la ciudad de Lugansk, Alexei Chmulenko. El grupo cuenta con municiones, agua y comida para resistir, añadió.
Así, cientos de manifestantes asaltaron ayer la sede de la policía de Horlivka, en la región de Donetsk, y otros edificios públicos fueron ocupados en muchas ciudades, principalmente de esa región.
La llegada de hombres armados y uniformados que han tomado edificios en ciudades a lo largo del este del país comenzó hace ocho días y se ha acelerado en las últimas 48 horas. Los separatistas controlan cada vez más dependencias en nombre de una autoproclamada "República Popular de Donetsk".
En este escenario, muchos temen que lo ocurrido en Crimea, región que el mes pasado votó ser parte de Rusia en un referéndum, se repita en Donetsk. Sin embargo, la mayoría de sus habitantes (67%) quiere vivir en una Ucrania unida, según un estudio divulgado la semana pasada. El sondeo reveló que el 70% no apoyaba la creación de una bandera rusa en edificios de la ciudad y que sólo el 4,7% quiere separarse del país.
El columnista Adam Taylor, del diario The Washington Post, señala que Donetsk no es una Crimea 2.0, y entre las razones argumenta que, históricamente, fue fundada por un empresario holandés, que ha formado parte de Ucrania desde 1918 y que la proporción de hablantes rusos es menor que en Crimea. "Estas diferentes circunstancias pueden motivar una respuesta diferente de Kiev", indicó.
Y es a esa respuesta que muchos analistas temen.
Turchinov, por su parte, firmó ayer la orden que autoriza una intervención en ciudades del este del país tomadas por activistas prorrusos, sin que se dieran más detalles al respecto. También señaló que no descartaba la celebración de un referéndum que establezca un sistema federal en el país y que podría realizarse el mismo día de las elecciones presidenciales, previstas para el 25 de mayo.
Tenso diálogo
Anoche, en tanto, un tenso diálogo telefónico se produjo entre el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su par ruso, Vladimir Putin.
Según dijo a Reuters un funcionario de Washington, la conversación -solicitada por Moscú- fue "franca y directa", lo que según la agencia es "una frase diplomática que por lo general significa tensa".
"El presidente dejó en claro que el camino diplomático estaba abierto y es nuestra opción preferida para avanzar, pero que las acciones rusas no son consistentes ni conducentes a eso", aseguró.
Según comunicó oficialmente la Casa Blanca, Obama "enfatizó que las fuerzas irregulares deben dejar las armas y urgió al Presidente Putin a usar su influencia con esos grupos armados".
Putin, por su parte, calificó de "infundadas" las acusaciones de injerencia de Moscú en el este de Ucrania, según señaló el Kremlin.