La empresa a cargo de la restauración del Ecce Homo de la Iglesia del Santuario de la Misericordia de Borja, en Zaragoza, intentarán recuperar la pintura original, pero además, la versión que fue arruinada por la anciana que intentó repararla.
"Es un trabajo muy complejo", explica la restauradora Encarnación Ripollés, "es como quitar la segunda piel y conservar las dos pinturas".
La factibilidad de esta hazaña dependerá "del estado de degradación de la pared" donde están sobrepuestas ambas capas de la pintura.
La intención de mantener la versión de la anciana nace a partir de las distintas campañas que piden que se mantenga el Ecce Homo en su estado actual, mientras que por otro lado, los responsables del santuario prefieren devolverla a su estado original.