Alrededor de 500 personas llegaron esta noche al Cementerio del Centro de Espiritualidad Loyola, más conocido como cementerio jesuita, ubicado en la comuna de Padre Hurtado, lugar en donde desde hoy descansan los restos del padre Renato Poblete.

Antes de que el cuerpo fuera trasladado al cementerio, se realizó una emotiva misa en la Iglesia San Ignacio, la que fue dirigida por el arzobispo de Santiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz. Luego, los restos del padre Renato Poblete llegaron en la legendaria 'camioneta verde' -el mismo vehículo que San Alberto Hurtado utilizaba para desempeñar su rol caritativo-, al Santuario del creador del Hogar de Cristo.

EMOTIVA MISA

A las 18:00 horas comenzó la misa fúnebre que encabeza el monseñor Francisco Javier Errázuriz. En la ceremonia religiosos y personajes ligados al jesuita, como Benito Baranda, entregaron algunas palabras en homenaje el sacerdote fallecido.

Más temprano, en el templo ubicado en calle Alonso de Ovalle llegó la Presidenta Michelle Bachelet. La Mandataria arribó a eso de las 11.00, vestida con un traje negro, e hizo guardia de honor a su féretro.

Del lugar se retiró pasadas las 11.30 destacando el trabajo y preocupación del religioso por los más necesitados. 

"Siempre me pareció que él era un ejemplo vivo de aquellos valores por los cuales el Padre San Alberto Hurtado había vivido, con esta convicción de que los pobre no pueden esperar, de que la solidaridad tiene que ser un valor central en la sociedad chilena", expresó la Mandataria.

Bachelet añadió: "Ha partido un gran jesuita, un gran sacerdote ha dejado este mundo, pero su recuero quedará".

Una vez que salga de la iglesia, la caravana se dirigirá hasta la Fundación Padre Hurtado.

En el lugar, sus restos serán cambiados a la carroza fúnebre que lo llevarán hasta el cementerio del Centro de Espiritualidad Loyola, comuna de Padre Hurtado.

El padre Renato Poblete sj (85) falleció ayer a eso de las 9.20, producto de un infarto, mientras participaba en el encuentro provincia jesuita que se desarrollaba en dicho centro, conocido también como la Casa Padre Hurtado.