Los restos del popular cantautor argentino Sandro descansan ya en el cementerio de las afueras de Buenos Aires al que fueron trasladados en un cortejo fúnebre que estuvo en todo momento rodeado de una multitud de admiradores.
Las "nenas", como Sandro apodaba a sus fanáticas, despidieron a su ídolo con lágrimas y gestos de pesar, pero también coreando algunas de las canciones más conocidas de su repertorio, como "Rosa, Rosa" o "Dame fuego".
Según informaron medios locales, Olga, su esposa, tuvo una crisis de nervios mientras abrazaba el féretro del ídolo para darle el último adiós.
En tanto, la policía bonaerense cerró las puertas del cementerio para permitir que los allegados al Gitano participen de una breve ceremonia privada que se llevó a cabo en una capilla.
Horas antes, el cortejo tuvo un paso conmovedor y fugaz por la casona que el astro habitaba en Banfield y que en sus afueras congregó a una multitud de más de 5 mil personas que se acercaron para darle un último adiós al artista fallecido el lunes pasado en Mendoza.
Allí, las demostraciones de dolor impidieron concretar el minuto de silencio previsto para despedir al intérprete y, en cambio, cada uno de los asistentes lo homenajeó a su manera mientras arrojaba flores sobre el cortejo.
Luego, la caravana continuó rumbo al cementerio privado de Longchamps.
Sandro falleció el lunes a los 64 años en el Hospital Italiano de Mendoza luego de haber sido sometido a un trasplante cardiopulmonar 45 días atrás.