"(No se utilizarán) fotografías procedentes de la Oficina de Prensa de la Casa Blanca, excepto en circunstancias muy excepcionales". Esa fue la orden enviada la última semana de noviembre al personal del periódico estadounidense USA Today por parte del subdirector de Multimedia de ese medio, Andrew Scott. Así, este diario de alcance nacional se unió a las cerca de 35 agencias de noticias, medios de comunicación y asociaciones profesionales que se han rebelado contra las restricciones para trabajar que hace meses padecen los fotógrafos acreditados en la sede del gobierno de EE.UU.
En una carta del 21 de noviembre, dirigida al secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, la prensa acreditada -entre ellos, las agencias Reuters y AP, además de The New York Times, ABC News y The Washington Post- denunció que "rutinariamente a los periodistas se les niega el derecho de fotografiar o grabar imágenes del Presidente mientras él desempeña funciones oficiales. (…) la razón aparente (para dichas prohibiciones) es que esos eventos son considerados 'privados'. Dicha razón de ser, sin embargo, se ve socavada cuando la Casa Blanca simultáneamente divulga su propia fotografía del evento a través de las redes sociales".
"Usted está, en efecto, reemplazando fotoperiodismo independiente por comunicados de prensa visuales. (...) el excluir a la prensa (...) es una importante ruptura con la forma en que las anteriores administraciones han trabajado con la prensa", afirman en la misiva.
Según la revista The Week, los críticos afirman que la oficina de prensa está "ejerciendo un nivel de control sin precedentes sobre lo que el público ve del Presidente".
Pero esta no es la primera denuncia contra la administración Obama, pues el Comité de Protección de Periodistas (CPJ) advirtió, en octubre, sobre los esfuerzos del gobierno demócrata para controlar la cobertura mediática y su imagen frente al público. "La agresiva guerra de la administración Obama contra la filtración (de datos) y sus decididos esfuerzos por controlar la información que los medios necesitan para hacer que el gobierno rinda cuentas de sus acciones, no tienen comparación desde el gobierno de (Richard) Nixon (1969-1974); (es) un conflicto indirecto con el objetivo declarado de Obama de hacer de su gobierno el más transparente de la historia de EE.UU.", afirmó el redactor del informe del CPJ y ex editor ejecutivo de The Washington Post, Leonard Fownie Jr. The New York Times también se quejó en mayo sobre limitaciones al acceso a la información.
En respuesta a los alegatos de los medios, el subsecretario de Prensa, Josh Earnest, afirmó que la controversia sobre "el nivel de acceso al Presidente" es parte del "sistema", agregando que "si no existiera esa tensión, entonces ni usted ni yo estaríamos haciendo nuestro trabajo". Respecto de la divulgación de imágenes tomadas por los fotógrafos de la Casa Blanca, Earnest dice: "Lo que hemos hecho es utilizar una gama de nuevas tecnologías para ofrecerles a las personas un mayor acceso al Presidente".
Ante las denuncias de los reporteros y fotógrafos estadounidenses, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) manifestó que estas restricciones suponen una "grave obstrucción al ejercicio del periodismo y la libertad de prensa". "Tal como venimos sosteniendo en nuestros informes sobre la libertad de prensa en EE.UU. de los últimos cinco años, nos preocupa la falta de apertura y transparencia informativa de la Casa Blanca", afirmó en un comunicado la presidenta de la SIP, Elizabeth Ballantine. "Si bien el que se provean imágenes oficiales podría ser beneficioso como elemento de comparación, no deja de ser una actitud de relaciones públicas y de propaganda. Los periodistas deben poder actuar en forma independiente", agregó.