La nueva norma para el etiquetado de alimentos, conocida como "Ley Súper 8", fue publicada a mitad del año pasado y entrará en vigencia el próximo 6 de julio. Su aplicación, sin embargo, tomará más tiempo: sólo a comienzos de 2014, los productos calificados como poco saludables deberán llevar una etiqueta en su envase que alerte a los consumidores.
Así lo confirmó el ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien indicó que el reglamento de la ley concederá seis meses adicionales a la industria para adaptarse a las nuevas restricciones y a las formas de presentación que deberá cumplir casi el 18% de los productos envasados que están a la venta en supermercados.
Se trata, principalmente, de la rotulación de estos alimentos. El reglamento de la norma fijará un límite para el contenido de azúcar, sodio, energía y grasas saturadas por cada porción de un producto. En caso de que este tope se exceda -como ocurre con gran parte de los snacks y golosinas-, los envases deberán incluir un mensaje de advertencia que informe a los consumidores que el producto es "Alto en" cualquiera de los nutrientes críticos.
"Por convenios que anteceden a esta ley, algunos aspectos no pueden entrar en vigencia de inmediato", explicó Mañalich, aludiendo al Codex Alimentarius, comisión internacional donde Chile es parte, creada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que fija patrones para la calidad de los productos, así como códigos y prácticas en materia de producción y comercio de los alimentos.
"Con la nueva ley, nosotros obligamos a la industria a etiquetar como "Alto en" ciertos productos y los acuerdos del Codex Alimentarius señalan que cuando se impone un cambio, tiene que haber un mínimo de seis meses para que la industria se adapte a la rotulación", añade Mañalich.
La prórroga se enmarca, además, en la respuesta que tuvo la consulta pública del reglamento de esta ley, con observaciones que llegaron, incluso, desde México, Brasil y Argentina. En ese contexto, se resolvió entregar el plazo adicional -que se informará en el próximo reglamento- para evitar así un reclamo ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) que exponga la norma a reclamos judiciales.
"La industria alimentaria es tan global, que hay que poner mucha atención a la regulación internacional, para que la acción unilateral de un país no derive en un conflicto. Si metemos la pata, lo que va a ocurrir es que va a haber un reclamo que va a significar un juicio, que puede demorar uno o dos años la aplicación de esta ley", dijo Mañalich.
Sobre esta prórroga, el presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, señaló que la aplicación de la ley es urgente, dados los índices de sobrepeso y obesidad, pero que, mientras, se pueden implementar otras medidas para fomentar la vida saludable. "Hay urgencia, pero no es bueno incumplir acuerdos internacionales. Mientras, podemos insistir en educación y preparar a la gente en los cambios que vienen, promoviendo el ejercicio y la alimentación sana", sostuvo Paris.
VENTA Y PUBLICIDAD
La ley de etiquetado de alimentos obliga a mejorar la información que se entrega a los consumidores sobre el contenido de los productos e impide publicitar a menores de 14 años los que sean "poco saludables".
Entre los mayores impactos de la ley está que todo lo que sea rotulado como "Alto en" sodio, azúcar, energía o grasas saturadas no podrá venderse en los quioscos de colegios, medida que, con la prórroga, deberá aplicarse durante el año académico 2014 (ver secundaria).
"Nos gustaría que en septiembre no se vendieran más estos productos en colegios, pero no podemos arriesgarnos. Un reclamo ante la Organización Mundial del Comercio es como el Tribunal de La Haya, aplicado a los productos", dijo Mañalich.